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Formulario para apadrinar un Lugar de Interés Geológico

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IC3044 - Morfologías erosivas cuaternarias de Barranco Hondo Ver descripción LIG)

Las morfologías erosivas cuaternarias de Barranco Hondo se enmarcan en el contexto n.º 8: Procesos y depósitos aluviales, coluviales y edáficos. Una red de barrancos disecta la Formación Fonolítica (Ciclo I) en la planicie de los Llanos de Amurga. La distribución de esta red de drenaje se asocia a la morfología monoclinal de la planicie, consecuencia del apilamiento de las coladas fonolíticas (Balcells et al., 1990b). El más representativo es el Barranco Hondo. Las incisiones son profundas (ca. 100m) y estrechas, pero no alcanzan el muro de la Formación Fonolítica. En todos los casos se encuentran colgados muy por encima de la cota que marcan los talweg de los grandes barrancos del Sureste: Tirajana y Fataga. Los depósitos asociados a estas incisiones son escasos y se consideran recientes holocenos (Balcells et al., 1990a). Solo se han cartografiado pequeños aluviales detríticos en el tramo final de los cursos. En el resto del trazado, el cauce labra la roca viva. Existe una gran diferencia de tiempo entre la deposición de las coladas fonolíticas (Mioceno), en las que se encajan los barrancos de Amurga, y los aluviales que rellenan los fondos de barranco (Holoceno). No obstante, los estudios realizados hasta el momento solo han señalado un criterio que permite ofrecer una datación relativa del desmantelamiento erosivo que están experimentando los Llanos de Amurga: la antecedencia de los barrancos de Tirajana y Fataga (Yepes et al, 2008; 2012). Sin embargo, no se ha apuntado ninguna razón para explicar la variabilidad de la eficiencia erosiva que se aprecian al comparar los cauces de la red de drenaje del Sureste insular. Por otra parte, los trabajos de cartografía realizados en la zona, al referirse a las macroformas del Sureste insular, parecen asociar la formación de los barrancos estrechos, de fondo plano y paredes abruptas y verticales a la fase subactual de incisión de la red (Balcells et al., 1990a, nº5). No obstante, en otras ocasiones hacen referencia a cauces abandonados. Unas morfologías con un trazado en su mayor parte paralelo a los cursos funcionales, con los que confluyen en cascada (>50m). Estos cauces, conocidos por le topónimo de cañadas, se encuentran colgados por encima de la red de drenaje actual y se interpretan como el resultado de la captura y migración lateral de los cauces torrenciales y una evidencia de la antigüedad de la superficie de los Llanos de Amurga (Balcells et al., 1990b; Yepes et al., 2008; 2012).
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