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Formulario para apadrinar un Lugar de Interés Geológico

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IB210 - Yacimiento paleontológico de mamíferos del Pleistoceno de Torralba Ver descripción LIG)

Los yacimientos de la Loma del Saúco (1.115 m s.n.m.) en Torralba (Medinaceli) y de la Loma de los Huesos (1.143 m s.n.m.) en Ambrona (Miño de Medinaceli), ambos en la provincia de Soria, conocidos internacionalmente con los nombres de Torralba y Ambrona, se encuentran situados en la mitad N de la Rama Castellana de la Cordillera Ibérica, en el valle del río Masegar. Los yacimientos están ubicados en el polje de Conquezuela, desarrollado en una estructura anticlinal fallada sobre materiales carbonatados mesozoicos. El yacimiento de Ambrona se sitúa en los inicios del Pleistoceno medio (400.000 -350.000 años), mientras que el de Torralba (250.000 años) corresponde a un momento más reciente dentro de ese contexto cronológico.. En cuanto a la génesis de los yacimientos, las recientes investigaciones parecen descartar la intervención humana en el origen de los mismos, si bien aparecen en ambos artefactos líticos y marcas intencionales en huesos que se atribuyen a grupos humanos del Achelense superior. Las acumulaciones de huesos de Torralba y Ambrona son de "tipo cementerio de elefantes", pues presentan notables semejanzas con los modelos actuales de acumulación de restos de elefantes y bóvidos en zonas del S de África, en momentos de prolongadas sequías y en relación con charcas y pequeñas lagunas. En el yacimiento de Torralba la fauna registrada es: Tadora ferruginea, Mergus serrator, Porphyrio porphyrio, Canis lupus mosbachensis, Panthera leo fossilis, Palaeoloxodon antiquus, Equus caballus torralbae, Dicerorhinus hemitoechus, Dama dama, Cervus elaphus y Bos cf. primigenius. La calidad del registro paleontológico de ambos yacimientos, con numerosos restos bien conservados de elefantes, las evidencias de actividad humana, las características geomorfológicas del polje de Conquezuela y su situación geográfica, en una zona de paso entre dos grandes cuencas fluviales, confieren a estos yacimientos una gran relevancia, dado que tanto en la Cuenca del Duero como en la del Ebro, pero sobre todo en la primera, son muy escasos este tipo de yacimientos. Los yaciemientos de Torralba y Ambrona son conocidos desde finales del siglo XIX, fueron excavados primero por el Marqués de Cerralbo entre 1909 y 1914, más tarde, a inicios de los 60 y principios de los 80, por el estadounidense F. Clark Howell con la colaboración del paleontólogo Emiliano Aguirre y posteriormente, en los 90, se realizaron nuevas campañas a cargo de Manuel Santonja y Alfredo Pérez-González.
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