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Formulario para apadrinar un Lugar de Interés Geológico

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TM125 - Complejos eólicos pleistocenos de Casas de Guijarro-Río Júcar Ver descripción LIG)

Se trata un LIG formado por dos campos de dunas situados al sur y suroeste de Casas de Guijarro (Cuenca) y prácticamente alineados en la dirección este-oeste y una distancia entre ambos de 1,7 km. Están conectados entre sí por un discontinuo manto eólico de escaso espesor (25-30 cm) en el que de aflora a menudo el sustrato aluvial de las altas terrazas Plio-cuaternarias del antiguo sistema fluvial del Río Júcar. El campo de dunas situado al sur de Casas de Guijarro es el de menor extensión con una 60 ha, tiene una anchura máxima norte-sur de 800 m y 1,7 km de longitud máxima en la dirección este-oeste; a su vez este campo de dunas se encuentra situado entre la carretera comarcal CUV-8306 y una pista forestal que parte del suroeste de Casas de Guijarro y que discurre prácticamente paralela a la carretera comarcal, encontrándose el campo de dunas a una distancia de 2 km al sur de Casas de Guijarro. El segundo campo de dunas es de mayor tamaño con más de 200 ha y está situado a unos 3,7 km al O-SO de Casas de Guijarro, pudiéndose acceder al mismo por una pista forestal que parte de la población desde esta dirección; además se extiende a lo largo de unos 4,2 km en dirección este oeste y con una extensión norte-sur de aproximadamente 1.000 m que se mantiene a lo largo del mismo. Estas dunas y mantos eólicos están mayoritariamente fijados por la vegetación formada principalmente por pinos resineros (Pinus pinaster) de repoblación y pequeños matojos de encinas. Los depósitos eólicos están constituidos por arenas con contenidos en limos y arcillas inferiores al 4,5 % y con una composición mineralógica formada en un 80-90 % por cuarzo (Aleixandre et al, 1977, Pérez González, 1982) El campo de dunas occidental está formado por una serie de dunas parabólicas bastante superpuestas entre sí, principalmente de tipo alargado en U, aunque también destacan formas más abierta en V junto con otras formas de tipo transverso-sinuoso y otras dunas parabólicas más complejas con números surcos de deflación y formas parabólicas menores en sus flancos a barlovento. El conjunto tiene un elevado solapamiento dunar que hace difícil distinguir unas formas de otras y sus espacios interdunares muy cerrados se llegan a confundir con los surcos de deflación presentes en las formas dunares parabólicas más complejas. A pesar de la degradación de las crestas dunares nos encontramos con alturas máximas de hasta 4,5-5 m, aunque las alturas medias oscilan entre los 2,5 y 3 m. La anchura de los brazos y frentes oscila entre los 15 m de las formas más pequeñas hasta los 125 m de las más grandes, con longitudes máximas de brazos de hasta 800 m, aunque por lo general no superan los 400 m. En su conjunto, las morfologías dunares con formas abiertas hacia el oeste apuntan a su formación por vientos occidentales muy unidireccionales y aparentemente se corresponderían con una única fase de formación dunar relativamente reciente seguida de un proceso de degradación dunar y deflación eólica con formación de surcos de deflación (véase F-TM125-01) en las crestas dunares y en los flancos a barlovento de las dunas. Los flancos inferiores de estas formas de deflación tienen pendientes más pronunciadas que el resto de las formas dunares, observándose pendientes máximas de 20-30º que indican una formación relativamente reciente. El campo de dunas oriental está formado por dunas parabólicas generadas en al menos dos fases eólicas (Pérez González, 1982). La primera y más antigua fase eólica, datada en unos 150 ka BP, es la responsable de la formación de una gran duna parabólica alargada en U con unos 2 km de longitud, brazos paralelos con anchuras de 200-250 m y un amplio frente dunar con algunas formas parabólicas menores superpuestas. Esta gran duna parabólica tiene un frente dunar cayendo en cascada hacia el Este por las laderas del valle del río Júcar, está muy degradada y con apenas relieve excepto por pequeñas dunas parabólicas superpuestas. Por otro lado, la segunda fase eólica está formada por dunas de menor tamaño, pero con un relieve más marcado está formada por una serie de dunas parabólicas semicirculares y en U con brazos paralelos, pero de menor longitud que la anteriormente descrita. En este caso, los brazos no superan los 190 m de anchura, encontrándose la mayoría entre los 30-50 m con longitudes entre los 100-150 m de media y narices o frentes dunares de 40-60 m. Las crestas dunares se aprecian perfectamente en todas ellas con una altura media de 2,5 m y que en algunas ocasiones alcanza los 3 y 3,5 m de altura máxima, En las crestas dunares de esta segunda fase eólica, además de encontrar pequeñas cubetas de deflación alargadas en la dirección O-E, también se aprecian crestas eólicas muy sinuosas de escasos 20-30 cm de altura, superpuestas a la cresta principal o a sotavento de esta y que se habrían formado en una tercera fase eólica más reciente (hace unos 12 ka BP) y de menor entidad. Las morfologías parabólica con narices apuntando al este y brazos alargados y abiertos hacia el oeste señalan su formación por vientos bastante unidireccionales con un claro predominio de la componente oeste (Bernat Rebollal et al, 2011; Bernat Rebollal, 2012). Los efectos de la deflación eólica junto con la erosión hídrica y la acción antrópica sería la responsable de la actual degradación de las formas dunares que ha hecho que estas presenten un relieve más suave que el original, sobre todo en las caras a sotavento, por ello las inclinaciones medidas en las formas eólicas no llegan a superar en ningún momento los 25º, con la excepción de los flancos interiores de algunas formas de deflación que pueden alcanzar hasta los 30º de inclinación. En el extremo oriental de este campo de dunas también se observan una serie de dunas irregulares de 0,5-1,3 m de me altura que descienden en cascada por las laderas del margen derecho del Río Júcar y que llegan a alcanzar la llanura de inundación actual de éste río. Finalmente, hay que señalar que en algunas zonas de este campo de dunas, se pueden apreciar los procesos eólicos actuales más intenso de toda la Llanura Manchega, con formación de ripples eólicos sobre el manto eólico, así como la formación de nebhkas y frentes dunares longitudinales de hasta 2 m de altura que llegan a recubrir pequeños pinos jóvenes de repoblación (Véase F-TM125-02).
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