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Formulario para apadrinar un Lugar de Interés Geológico

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TM102 - Valle meandriforme y meandros abandonados del arroyo Testillos Ver descripción LIG)

El arroyo de los Testillos nace en el Páramo de Ocaña, por la confluencia de varios cursos menores (arroyos de las Cañadas de Tobar y Santa Cruz) y vierte sus aguas hacia el río Tajo a través del sistema de arroyos Santa María, Cedrón o de Melgar y Martín Román. En un tramo concreto de este valle, de unos 8 km de longitud, que se localiza entre las carreteras N–301 y CM-3001, el valle forma una serie de meandros incididos en la superficie del páramo. El carácter simétrico de las paredes del valle indica que se trata de meandros de formación rápida (Rich, 1914), es decir, meandros del tipo encajado (entrenched meanders), y no meandros de crecimiento (ingrown meanders). La zona central del valle meandriforme es la de mayor interés, pues contiene tres meandros completos, tres meandros estrangulados con isleta perfectamente conservada, así como otros 6 meandros abandonados sin isleta o con isleta parcialmente conservada. Se ha especulado que su origen es la herencia de una red de drenaje anterior, formada en la transición entre las condiciones endorreicas mio-pliocenas y el exorreísmo actual (Muñoz y Palacios, 1990), pero no existen evidencias ciertas al respecto. Pero tanto en el arroyo de los Testillos como en los arroyos contiguos, los meandros incisos se desarrollan solamente en un tramo concreto de su trazado, que se caracteriza por su substrato litológico (calizas y dolomías micríticas con alternancias de margas yesíferas hacía la base, Unidad Intermedia del Mioceno de Junco y Calvo, 1983). y por un perfil longitudinal mucho más inclinado (gradiente del talweg actual de 6 m/km). Por encima de este tramo, es decir, en la zona alta del Páramo de Ocaña, se forman valles en cuna, poco incisos, llamados en la región cañadas, con muy escaso desarrollo de meandros y un gradiente bajo (2,8 m/km). Por debajo del tramo meandriforme, los valles adquieren una forma de artesa, sin presentar meandros incisos, con fondo amplio y paredes escarpadas, una forma típica de los valles excavados sobre un substrato yesífero, el gradiente del valle también es menor (3,6 m/km)
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