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Formulario para apadrinar un Lugar de Interés Geológico

Apadrinar un Lugar de Interés Geológico es gratuito y muy sencillo. Si estás interesado sólo tienes que rellenar el siguiente formulario.


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Lugar de Interés Geológico que vas a apadrinar

IC4040 - Paleoacantilado Icod-Teno y plataformas lávicas asociadas Ver descripción LIG)

El apilamiento de antiguas coladas, intercaladas con mantos de piroclastos, procedentes de la construcción del Macizo de Teno, del Edificio Cañadas del sector norte de la isla, han dado lugar al desarrollo de un megacantilado que se extiende desde Icod hasta la Punta de El Fraile, al oeste de Buenavista. Este cantil alcanza altitudes que, en algunos puntos llegan a ser superiores a los 600 m (p.e. sector entre Los Silos y Buenavista), solo es interrumpido puntualmente por algunas zonas de menor altitud, que corresponden a la desembocadura de algunos barrancos, como el Valle de El Palmar, y los Barrancos de Los Pasos, La Moradas y El salto. El antiguo acantilado ha sufrido desde su formación los efectos abrasivos de la erosión marina, tanto química como mecánica, que han socavado el pie del cantil dando lugar a la aparición de oquedades y niveles de abrasión que ha propiciado el retroceso de su frente. Como vestigios de este retroceso han quedado elementos relictos como el Roque de Garachico. Fruto de la reanudación del volcanismo en enclaves puntuales de la dorsal Noroeste y el Macizo de Teno, este acantilado se relaciona con lavas pleistocenas y recientes que desbordan el frente de los escarpes marinos o se canalizan por los lechos de barrancos que los cortan hasta llegar a la costa. Allí se adentran en el mar, generando una nueva línea de costa, retranqueando los acantilados y dejándolos fuera de la acción directa de los procesos erosivos marinos. La plataforma así creada impide la remodelación de estos escarpes marinos por las olas, que se limitan a acantilar el borde de dicha plataforma. Desde que ello ocurre, los cantiles primitivos dejan de ser funcionales; a partir de entonces, su evolución está a cargo de procesos fluviotorrenciales y de vertiente asistidos por la gravedad. De ahí que los taludes de derrubios y conos de deyección que enlazan este cantil, desde los 250-300 m de altura, con la base de la plataforma lávica costera, sean formas de amplio desarrollo. A ellos se debe, además, el carácter compuesto del perfil litoral y su suave inclinación, alterada, no obstante, cuando el mar retoca el frente de esos taludes. Las plataformas lávicas costeras desarrolladas en el frente de este paleoacantilado son zonas llanas amplias con un perfil litoral recortado, que a veces se unen al paleoacantilado sin una discontinuidad visible. Algunas, como la de Buenavista, se caracteriza por tener una extensión muy amplia, formada por la emisión de lavas procedentes de varios centros eruptivos emplazados en distintos puntos y que corresponden a diferentes periodos de actividad. En ella es posible distinguir los aportes lávicos de los conos de El Palmar (Serie III) y los materiales diferenciados de las Montañas de Taco o Aregume. Otras, como la de Garachico, tiene forma de abanico y una menor extensión superficial, y han sido formadas por la superposición de aportes en el mismo espacio. Es de destacar que las islas bajas asociadas a este paleoacantilado están densamente pobladas y han sido muy alteradas por la actividad agrícola.
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