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Formulario para apadrinar un Lugar de Interés Geológico

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CI207 - Surgencias termales de Alange Ver descripción LIG)

Las surgencias termales se encuentran en un balneario de la población de Alange, en la provincia de Badajoz, al sur de la ciudad de Mérida (34 km en carretera). Según Consejería de Economía, Industria y Comercio (2003) se trata de dos manantiales situados dentro de las instalaciones balnearias: La Jarilla, con un caudal de 1 l/s y El Moral con un caudal sensiblemente inferior (0,5 l/s). Existen además otras surgencias difusas hacia el fondo y paredes de los baños, con lo que las descargas mineromedicinales podrían alcanzar un caudal próximo a los 5 l/s. El balneario se remonta a la época romana, quedando numerosos vestigios de sus antiguas termas en muy buen estado de conservación (dos piscinas circulares, foto 1). El establecimiento cuenta con unas completas instalaciones balnearias dedicadas fundamentalmente al tratamiento de afecciones del sistema nervioso, aparato locomotor, respiratorio y circulatorio. El agua aflora con una temperatura cercana a los 28 ºC, por tanto puede ser definida como hiperterma o termal y se considera como agua moderadamente tibia, de baja mineralización (163 mg/l de residuo seco) y con presencia de radón y sílice. Es de facies magnésica. En el carácter radiactivo, debido a la emanación de gas radón, radica la singularidad del balneario. Según confirma personal del lugar, el manantial no sufre variaciones temporales de caudal, ni de temperatura. Tiene concesión desde el año 1816. Las surgencias se relacionan con una fractura que afecta a la cuarcita armoricana (Arenigiense) y a las areniscas ferruginosas del Devónico, y que se localiza en el contacto de estos materiales con esquistos sericíticos del Devónico Inferior. Este manantial se relaciona con un afloramiento cuarcítico relativamente permeable, y con una estructura compleja (con cabalgamientos y fracturas) que producen una compartimentación del mismo (IGME, 1988). Las fracturas se relacionan con los últimos momentos de la evolución varisca (hercínica) según IGME (1988). La recarga es por infiltración de agua de lluvia. El funcionamiento hidráulico es complejo, y se encuentra ligado a las fracturas que los afectan, y de modo especial a las más profundas, lo que justificaría el carácter termal de las aguas y la presencia de gas radón en las mismas (IGME, 1988). Las fracturas deben conservar una cierta actividad de forma que las aguas que han alcanzado en profundidad su carácter termal, ascenderían rápidamente a la superficie, justificándose así el bajo contenido en sales. IGME (1988) afirman que “el carácter termal adquirido por las aguas puede deberse a reacciones exotérmicas naturales de fisión nuclear, de los elementos radiactivos presentes en las rocas, y podría ser origen también de las emanaciones de gas radón” (p. 74). Consejería de Economía, Industria y Comercio (2003) asocian el aporte de radón con fluidos endógenos emergentes hacia las fracturas y procedentes probablemente de las rocas graníticas que se encuentran a mayor profundidad
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