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Formulario para apadrinar un Lugar de Interés Geológico

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CI081 - Superficie de Cumbres de la Sierra de Béjar y complejo glaciar de meseta Ver descripción LIG)

La Sierra de Béjar o de Candelario, constituye el sector del Sistema Central Ibérico (SCI) comprendido entre la Sierra de Gredos y la depresión del Alagón que la separa del conjunto Peña de Francia-Gata. Su característica fisiográfica más destacada es la bien conservada superficie de cumbres que se identifica con la penillanura post varisca, elevada y reestructurada durante los paroxismos alpinos. Desde el punto de vista morfoestructural se define como la porción más elevada del bloque comprendido entre las fallas de Béjar (N30ºE) y Plasencia (N55ºE). El área delimitada para este LIG se sitúa sobre los 2100 m, entre el Canchal de la Portilla del Arenal (2176 m), al SW y Peña Negra (2129 m), al NE. Entre ambos puntos se extiende la superficie cimera, con los domos culminantes de El Torreón-El Calvitero (vértice Geodésico), a 2400 m y el Canchal de la Ceja, a 2428 m. Litológicamente la Sierra de Béjar está constituida en por granitoides pertenecientes al batolito Béjar-Gredos. En la zona de este LIG, se diferencian fundamentalmente dos grandes masas: (1) monzogranitos y granodioritas de grano medio con abundantes xenolitos. Afloran en la mitad norte del LIG, desde la Cuerda del Calvitero al Canchal Negro. Presentan contacto mecánico con (2) otros monzogranitos y granodioritas de grano medio a grueso (Bellido, 2004, 2006) que conforman la zona de máxima altitud en la mitad sur. En la zona baja de las vertientes, migmatitas y granitos inhomogéneos afloran en los valles de las Lagunas del Trampal y del Duque donde se desarrollaron importantes aparatos glaciares. La reactivación alpina de las fallas variscas (de dirección N-S, NE-SW y casi E-W) y los rejuegos de bloques asociados, predefinen las vertientes, uno de los condicionantes de la morfología glaciar en la zona. Este espacio acoge el área glaciada pleistocena, adaptada a las condiciones morfológicas y topográficas del sustrato. El dominio glaciar se extendía, en forma de domo, desde la cumbres hacia las vertientes, siendo las variaciones de la “Equilibrium Line Altitude” (ELA ), responsable de la tipología de glaciares que se suceden en el tiempo y de la variedad de formas heredadas. En Béjar, la ELA regional se ha establecido en 2010 m, la mínima elevación de los paleoglaciares a 1210 m. El espesor máximo en las cimas se estima entre 60 y 105 m y el máximo glaciar se ha calculado en 27,2 ± 2,7 y 26,2 ± 0,8 ka BP. En esta fase alcanzaría su máximo desarrollo el “ice cap” que evolucionó a “ice field” y a un glaciarismo residual de circo y de valle (Carrasco et alt., 2011, 2013). El borde de la superficie cimera puede reconocerse sobre los 2100-2200 en la vertiente NE y entre 2350-2300 en la SW, mucho más abrupta al haber sido fuertemente sobre excavada por glaciares de mayor entidad que en la NE. La mitad meridional del LIG, la más elevada, hay que considerar la influencia litológica y de la fracturación, que ofrece líneas favorables a la sobreexcavación glaciar, como se observa en las gargantas del Trampal y de Solana. En este entorno, donde la cumbre de la Ceja se comportó como núcleo de difluencia del hielo y después, modelado como un “horn” incipiente. El vecino collado del Tranco del Diablo”, actuó como collado de difluencia hacia la garganta de Solana y Hoya Moros-Cuerpo de Hombre. Como edad inicial el rasgo se ha considerado la etapa en que el bloque serrano adquiere la posición actual, que posibilita el desarrollo del glaciarismo cuaternario, con los reajustes tectónicos pliocenos
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