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CA001c - El Manto del Esla en Peña Rionda y Santa Olaja de la Varga Ver descripción LIG)

La Región del Manto del Esla se sitúa al sur de la Zona Cantábrica y cuenta con unas características estructurales propias y muy singulares; hacia el este está delimitada por el Domo de Valsurvio, hacia el oeste por la Falla del Porma, hacia el norte por la Falla de León y hacia el sur por los materiales mesozoicos, paleogénicos y neogénicos de la Cuenca del Duero. Está dividida en dos sectores: uno occidental, de carácter preorogénico, en el que aflora una completa sucesión paleozoica, y otro oriental, constituido por materiales depositados durante la fase sinorogénica. Peña Rionda es una importante elevación topográfica situada entre las localidades de Ocejo de la Peña, Aleje, Verdiago, Villayandre, Crémenes y Argovejo. Dado que se sitúa en el límite entre estos dos sectores, desde su cima se puede obtener una fabulosa panorámica de ambos, así como una visión general de la estructura de la Región del Manto del Esla y de su posición en el contexto de la Zona Cantábrica. Sector occidental Desde la cima de Peña Rionda hacia el oeste se observan con claridad las principales unidades estructurales que constituyen la Región del Manto del Esla y las relaciones geométricas que existen entre ellas. Se trata de tres láminas alóctonas mayores y de tres asociaciones de láminas de tipo dúplex que sufrieron un transporte hacia el NE y que, en total, verificaron un desplazamiento acumulado estimado en unos 90 kilómetros. El Manto del Esla es la más extensa de todas estas unidades estructurales; se sitúa sobre el resto de láminas y está constituida por una sucesión de rocas paleozoicas muy completa. Por debajo del Manto del Esla, aflorando al norte del mismo, se sitúan el Manto de Corniero y la Escama de Valbuena. Se trata de dos unidades cuya sucesión estratigráfica resulta muy variable, aunque en ningún caso es tan completa como la del manto del Esla (la erosión pre-fameniense se hace patente en ambas láminas, especialmente hacia el NE). Entre el Manto del Esla y el Manto de Corniero aparece, además, el complejo Sistema del Pico Jano, un apilamiento de tipo dúplex que involucra exclusivamente a materiales del Namuriense. La parte inferior de esta estructura regional sobre la que reposan todas las láminas alóctonas anteriores está constituida por los dúplex de Primajas y Pardominos, que afectan exclusivamente a rocas de edad Cámbrica. Todas estas unidades estructurales aparecen plegadas como consecuencia directa de su emplazamiento, por la formación de algunos pliegues mayores transversales a la dirección del emplazamiento de las láminas. Por ejemplo, el apilamiento de las distintas láminas que constituyen el dúplex de Pardominos dio lugar a su plegamiento antiformal (Antiforme de Pardominos), que también es claramente apreciable en los mantos situados por encima (Mantos de Corniero y del Esla). Al noreste de dicho antiforme, delimitado por él y por la rampa cabalgada de la Escama de Valbuena, aparece el Sinforme de Aguasalio, que también afecta a los Mantos de Corniero y del Esla. Existen, además, otros pliegues cuyas trazas axiales son paralelas a la dirección de transporte de las láminas, como el Sinforme de Peña Verde, el Sinforme de Felechas o el Antiforme de Peña Rionda, siendo este último sencillo de reconocer desde la cima del mirador propuesto. Sector oriental Desde la cima de Peña Rionda hacia el este se divisa buena parte del sector oriental de la Región del Manto del Esla, resultando óptima la visibilidad sobre el valle del río Duerna. En este sector aflora una potente sucesión sinorogénica de edades comprendidas entre el Bashkiriense y el Estefaniense (Grupos Prioro, Pando, Conjas-Mental y Cea). Esta sucesión, que puntualmente alcanza los 5 kilómetros de potencia, exhibe sin embargo bruscos cambios de espesor, numerosas discordancias intraformacionales y cambios laterales de facies relativamente súbitos, lo que pone de manifiesto su depósito en un medio cambiante, producto de la actividad tectónica. La diversidad litológica de estos materiales sinorogénicos ha permitido conocer de qué modo evolucionó la cuenca en la que se depositaron: durante una primera etapa (Bashkiriense-Moscoviense) la sucesión es eminentemente marina y abundan los depósitos ligados a taludes subacuáticos; en una segunda etapa (Cantabriense), la cuenca adquiere un mayor carácter continental y en ella se depositan conglomerados que fosilizan un paleorrelieve previo, aunque hacia el este desaparece el paleorrelieve y se hacen patentes varios abanicos aluviales en los que se intercalan niveles marinos y continentales. Durante la tercera etapa (Estefaniense) se depositaron materiales terrígenos en algunas cuencas continentales ligadas a fracturas de dirección E-O (la Cuenca de Sabero ligada a la Falla de Sabero y la Cuenca de Solle-Rucayo ligada a la Falla de León). Desde la cima de Peña Rionda también se obtiene una buena panorámica del Macizo de Peñacorada, situado en las inmediaciones de Cistierna, al sur de la cuenca estefaniense de Sabero. Este macizo, con una marcada estructura sinclinal, puede considerarse como una continuación hacia el este del Sinforme de Felechas (uno de los pliegues paralelos a la dirección de emplazamiento de las láminas alóctonas de la Región del Manto del Esla) a pesar de que ambos acabaron siendo separados por la Falla de Sabero.
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