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Formulario para apadrinar un Lugar de Interés Geológico

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BL119 - Dunas pleistocenas de Es Canutells a cala En Porter y cueva de Sa Duna Ver descripción LIG)

Desde Canutells a cala Llucalari aflora discontinuamente una potente duna del Pleistoceno asociada a los finales de la glaciación Riss (Mercadal, 1966) y afectada por una intensa explotación antrópica que permite observar sus características y al mismo tiempo acelera su erosión. Destacan los afloramientos del Racó d’es Suros (Canutells) y del Rincó de San Josep (cala en Porter). Mercadal, 1959 y 1966 describe la duna del Racó d’es Suros con una altura aproximada de 15 m y fosilizada por un talud conglomerático. En Cales Coves destaca una potente duna en el oeste de la cala que contiene limos rojos con restos de pulmonados terrestres. Servera y Riquelme, 2004, siguiendo las descripciones de Mercadal, 1966, destacan en el Rincó de San Josep sucesivos niveles de paquetes dunares transversales fósiles que subieron por la ladera de barlovento del relieve (trepadoras), y de sotavento por efecto eco (formada por la acción de remolinos de viento) en su desarrollo en frente del acantilado. En el Racó d’es Suros describen una duna fósil trepadora. Las dunas de Cales Coves presentan unos 15 m de potencia y están adosadas a un paleo-acantilado marino. La cala está formada por dos brazos de mar que, partiendo de la cala, se adentran hacia el interior separándose en ángulo casi recto. Las paredes del barranco poseen un conjunto de cuevas artificiales y naturales, son en estas últimas las que dan lugar a importantes surgencias kársticas. Es especialmente espectacular el afloramiento del Racó d’es Suros donde se habilitó una escalera (también recibe el nombre de Racó de s’Escaleta) para su acceso desde la parte alta del acantilado. Por su parte, la cueva de Sa Duna corresponde a una cavidad costera a una altura de 12 m por encima del nivel del mar en los acantilados de Cala en Porter, ocupada por una eolianita de origen marino, de una altura mínima de 14 m y con una notable buena estratificación, que debió entrar por una boca mucho más alta que la actual, hasta taparla completamente. La boca actual es producto de la erosión en la cima del cono dunar, donde se han formado unas marmitas (Florit, 2000; Trias, 2004). Cabe destacar la gran cantidad y buen estado de rastros y huellas de Hypnomys en las eolianitas (Quintana y Arnau, 2004).
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