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Curso bajo y desembocadura del río Navia
El río Navia nace en la sierra del Rañadoiro, en Piedrafita del Cebrero, provincia de Lugo. Desciende entre impresionantes desfiladeros y entra en la región asturiana. Su recorrido es de 147 km. Y atraviesa los concejos de Ibias, Grandas de Salime, Pesoz, Illano, Boal, Villayón, Coaña y Navia, donde desemboca formando una amplia ría.
Sus principales afluentes son los ríos Ibia, Agüeira, Couto, Naveda, Urubio y Meiro.
El Navia tiene su nacimiento a menos de 1.500 m de altura, en tierras gallegas, en cuya cuenca la superficie de alta montaña es muy pequeña; su recorrido se realiza entre relieves pizarrosos y cuarcíticos, accidentados pero de mediana elevación. Su régimen es simple y prácticamente homogéneo.
La presencia de cordales de rumbo N-S, que llegan desde la divisoria hasta prácticamente el mar, hacen que en este río, al igual que en otros ríos asturianos (Eo, Sella y Deva), no se puede distinguir un tramo medio, pues al salir de la montaña se encuentra a muy pocos kilómetros de su desembocadura. Ensancha su curso en Doiras y serpenteando constantemente llega al mar. Debido a ello, su caudal relativo se mantiene hasta el final por encima de los 24-25 l/seg/km2.
El régimen fluvial se define más que por la abundancia media por las variaciones que sufre el caudal a lo largo del año, lo cual es reflejo de los ritmos climáticos y del comportamiento hidrológico del territorio vertiente. Como todos los ríos asturianos, el Navia tiene aguas bajas en verano, pudiendo reducirse su caudal hasta un nivel equivalente a algo menos de la décima parte anual. Estos episodios de escasez se registran un 25% de los años.
El Navia es el río asturiano que en su tramo final lleva más caudal, 65 m3/seg, exceptuando el tramo final de la fusión en un solo curso del Nalón y del Narcea, el cual es a su vez el mayor caudal final de toda la vertiente cantábrica (80 m3/seg), pero superando los parciales del Nalón (56 m3/seg) y Narcea (43 m3/seg) antes de su fusión.
El caudal máximo diario de un río asturiano lo alcanzó el Navia el 11 de diciembre de 1959, con 1.500 m3/seg, registrados en la estación de aforo de Doiras. El 75% de las crecidas se localizan en el período noviembre - febrero.
En el río Navia, en su curso inferior, la caudalosidad es importante desde diciembre a marzo, alcanzando su máximo en febrero (126,2 m3/seg), con un coeficiente de caudal de 2,40.
Los materiales por los que discurre su cauce son eminentemente pizarrosos, con areniscas y cuarcitas (formaciones serie de los Cabos, Luarca y Agüeira), del Paleozoico inferior.
Fue rico en pepitas de oro y yacimientos auríferos, explotados ya por los romanos.
En su desembocadura forma una ría, que corresponde morfológicamente a un estuario de valle fluvial sumergido y encajado sobre la superficie de la rasa cantábrica. Debido al fuerte encajamiento fluvial, el estuario presenta un excesivo alargamiento en vez de la forma triangular típica. La existencia de muros de protección del canal de navegación para la utilización del puerto ha deformado totalmente la morfología original, transformándola en un canal cuya sección se ensancha hacia el mar.
Se pueden diferenciar tres zonas en la ría de Navia. Una zona interna, con depósitos de origen fluvial y cuya morfología es de barras fluviales. Una zona intermedia en la que el material en suspensión tanto de origen fluvial como marino, se acumula en la masa de agua estancada dando zonas de fangos, y una zona externa, con acumulaciones en forma de barras mareales de fondo constituidas por arenas y limos de origen litoral marino con buena clasificación.
Al E de la desembocadura se encuentra la playa de Navia, de fuerte pendiente; genéticamente se la considera encajada y sus arenas son de composición silíceopizarrosa, de tamaño grueso
LIG pendiente de descripción y delimitación definitiva
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