Entre los años 1991-1995 se produjo uno de los períodos recurrentes de sequía que periódicamente sufre el territorio nacional. La sequía constituye un riesgo natural al que se enfrentan los sistemas hídricos, con importantes repercusiones sobre todo en los estadios de franca escasez- de carácter socioeconómico.
Aunque los efectos más dramáticos se producen en los sistemas que dependen de manera exclusiva de la pluviometría, los sistemas hidráulicos poco desarrollados son también elementos de alta vulnerabilidad. Con este caso último nos encontramos en gran parte de los abastecimientos urbanos.
Una sequía puede definirse de diversas maneras, todas ellas con un denominador común que es la falta de agua, que persiste durante un período prolongado, variable según cada ámbito climático, y que afecta a un área geográfica más o menos amplia. Una definición clásica (Linsley, 1975) hace referencia también al sistema de recursos. La sequía es "un período en el que los flujos existentes no son adecuados para proporcionar el agua requerida por el sistema de gestión de recursos que se considere".
Como fenómeno natural su presentación es imprevisible. No es este, sin embargo, el problema más grave, ya que se trata de un fenómeno de larga duración.Información de interés en el IGME
Última actualización 10/03/2015
En este apartado incluimos enlaces a páginas, aplicaciones, mapas, recursos,… elaborados total o parcialmente por el IGME y que creemos pueden resultar de su interés.Enlaces de interés:En el texto se pasa revista al concepto de sequía y las alternativas para paliar
sus efectos. En ese marco se describen las actuaciones de la Dirección General de
Obras Hidráulicas, en las cuencas del Guadalquivir, Sur, Júcar y Baleares durante
el último periodo de sequía, especialmente las basadas en las aguas subterráneas.