MAGNA 3.0-E. 1:50.000. ALCANTARILLA (933)

99 fuertemente encajadas en los relieves interpuestos a los cuales atraviesan perpendicularmen- te. De modo que, en cualquier caso, el comportamiento cinemático que reflejan tendría lugar cuando estas ramblas no se encontraran encajadas, es decir durante la primera fase deposi- cional de abanicos aluviales (Pleistoceno medio), respondiendo el drenaje en Z que se observa actualmente con pequeños procesos de antecedencia o de captura por parte de los arroyos que drenaban los relieves interpuestos hacia la Depresión. En definitiva, este tipo de anoma- lías no representan desplazamientos reales como han indicado autores previos (RODRIGUEZ ESTRELLA y ALMOGUERA, 1986; NAVARRO HERVAS, 1992, MARTINEZ DIAZ y HERNANDEZ ENRILE, 1992a) e incluso en algunos casos la presencia de estas lomas de obturación dan lugar a falsos desplazamientos que marcarían un sentido de desplazamiento dextral a lo largo de la Falla del Guadalentín como ha propuesto algún autor desconociendo el significado de este tipo de anomalías (RODRIGUEZ ESTRELLA et al., 1986). Las desviaciones del drenaje relacionadas con el trazado de la NCF que da lugar a patrones de drenaje en Z. son las más característicos. En la mayor parte de los casos están relacionadas con la presencia de relieves en cuesta o en chevron, labrados sobre las series verticalizadas correspon- dientes a las series fini-neógenas que alimentan la primera generación de abanicos aluviales en la zona. En la mayor parte de los casos muestran desplazamiento sinestrales, coherentes con el com- portamiento cinemático de esta falla, aunque en general habría de considerarlas como la suma de la deflección más el desplazamiento, es decir como simples desviaciones del drenaje (SILVA, 1994). Por otra parte, las distintas ramblas en las que se registran este tipo de anomalías se hayan fuertemente encajadas en los relieves interpuestos a los cuales atraviesan perpendicularmente. De modo que, en cualquier caso, el comportamiento cinemático que reflejan tendría lugar cuando estas ramblas no se encontraran encajadas, es decir durante la primera fase deposicional de aba- nicos aluviales, que en esta zona tiene lugar durante el Pleistoceno medio – superior. La Falla de Lorca-Alhama de Murcia (LAF), situada en el margen noroccidental del corredor del Guadalentin, es uno de los accidentes tectónica y sísmicamente más importantes de Las Cordilleras Béticas Orientales. Cruza esta Hoja con dirección aproximada N50E desde el sector suroccidental de Alhama al nororiental de Alcantarilla. En el ámbito regional se prolonga más de 90 km desde la localidad de Huercal-Overa (Almeria) hasta la de Orihuela (Alicante). En los distintos estudios realizados sobre este accidente se ha puesto de manifiesto una cinemática de desgarre sinestral con componente inversa (BOUSQUET y MONTENAT, 1974; BOUSQUET, 1979), activa desde el Mioceno superior hasta la actualidad. Inducida por procesos de indentación relacionados con la colisión de las placas Euroasiática y Africana en el Mediterraneo occidental (COPPIER et al., 1989), pone en contacto dos bloques continentales de diferente naturaleza y espesor (BANDA et al., 1980), por lo que podría encua- drarse como una “ indent-linked strike-slip fault” ( SILVESTER 1988). A lo largo de su recorrido afecta tanto al sustrato bético como a materiales neógenos y cuaternarios. Su zona de desplazamiento principal, muestra diferente complejidad geométrica (lineal y frac- tal), patrón estructural, orientación y actividad sísmica (SILVA et al., 1992c; SILVA, 1994 y 1996b). Se puede subdividir en tres segmentos principales, Huercal Overa - Lorca (N35-45ºE y 28,5km de longitud), Lorca-Alhama (N50-65ºE y 27 km de longitud) y Alhama-Alcantarilla

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