MAGNA 3.0-E. 1:50.000. ALCANTARILLA (933)

94 Las imbricaciones, como ya se ha descrito en parte anteriormente, se observan allí donde los pliegues aparecen muy apretados, de manera que a veces algunos flancos invertidos llegan a fallarse (pliegues-falla), estructura ésta que aparece tanto en el borde septentrional como en el meridional (obsérvense los cortes 1 y 3). Las imbricaciones anteriores están asociadas a pliegues con vergencia N y S, principalmente hacia el sur en la parte septentrional, para pasar a ser de vergencia norte en la meridional. Localmente estos pliegues son muy apretados, pero se recuperan en zonas de plegamien- to suave sin una vergencia definida. La orientación de los ejes de estos pliegues oscila en torno a E-O. Este sistema de plegamiento presenta unas características muy similares a los pliegues de doble vergencia del sector principal (Mazarrón-Cabo de Palos). El sector central de la sierra aparece más elevado que el resto. Esto se debe fundamental- mente a la situación regional de la sierra, cuyos bordes occidental y septentrional corres- ponden a fallas de desgarre del corredor del Guadalentín (Fig. 10.). Así, el desplazamiento sinistroso de las mismas junto al cambio de orientación que sufren al pasar del borde occi- dental al septentrional, provoca una sobrepresión en el sector centro-occidental, dándose allí una mayor elevación. 4.2. SECTOR DE SIERRA ESPUÑA La estructura de Sierra Espuña ha sido estudiada por diversos autores ya citados en capí- tulos anteriores. El último de los trabajos consultados es de SANZ DE GALDEANO et al . (2000). La observación de la cartografía del sector occidental de esta Hoja muestrea una gran compleji- dad tectónica de detalle. Sin embargo, en síntesis, los terrenos aflorantes quedan configurados en dos megaestructuras relativamente simples en sus rasgos generales. El Antiforme de Sierra de Espuña y el Sinforme de la Depresión de Mula-Pliego. Ésta última, constituida casi exclusivamente por materiales terciarios y en menor proporción cretácicos. Dentro del Antiforme de Sierra de Espuña diversos autores han diferenciado, de abajo a arriba, dos conjuntos de unidades tectónicas alóctonas: Alpujárrides y Maláguides cada uno de ellos constituido a su vez por diversas láminas cabalgantes. En el área de esta Hoja sólo aflora el conjunto superior de unidades del Complejo Maláguide, en el que se reconocen dos grandes láminas cabalgantes: el Manto de Morrón de Totana, en posición inferior y el Manto de Perona. El Manto de Morrón de Totana es la unidad ma- láguide más característica y extensa y la que contiene el registro sedimentario más completo por lo que a dicha unidad se asocian la mayor parte de los terrenos mesozoicos y terciarios aflorantes al Norte de Sierra Espuña y en el Sinforme de Mula-Pliego. No obstante, en este sinforme se recono- cen despegues tectónicos importantes de los que el más notable se localiza a nivel de los terrenos margosos del Cretácico Superior a favor de los cuales se individualiza la denominada “Zona de Escamas de Mula”. El Manto de Perona aflora solo en el sector noroccidental de Sierra de Espuña y fuera de este ámbito, sólo los terrenos de la Sierra de Manzanete, aflorantes en el sector suroccidental de esta Hoja, pueden encuadrarse en dicha unidad.

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