MAGNA 3.0-E. 1:50.000. ALCANTARILLA (933)

66 plana que la de los glacis de techo de piedemonte y tienen una potencia entre 5 y 6 m. El conjunto de estos niveles recibe una edad Pleistoceno medio-superior. 2.3.4. Gravas, cantos, bloques, arenas y arcillas con cementaciones carbonatadas (43). Abanicos aluviales. 2ª generación. Pleistoceno medio-superior. Encajados en los anteriores, aparece esta segunda generación de abanicos asociados a una discordancia progresiva. Según SILVA et al. (1992 a y b) y SILVA (1994), el paso entre una y otra viene marcado por esta importante discordancia angular sintectónica que se puede observar en las zonas proximales, gracias a la incisión de muchas de las ramblas que des- cienden al actual Guadalentín. Para el último autor, estos abanicos indican una disminución de la actividad tectónica principal, desarrollada a lo largo de este Corredor. También en ellos se reconocen varios episodios deposicionales con una evolución en la vertical que va desde facies masivas de tipo “debris-flow”, en la base, hasta facies con intercalaciones bien organizadas de depósitos canalizados, en el techo, donde se observan gravas imbricadas y arenas laminadas. La relación entre los diferentes cuerpos es de agradación proximal. El de- sarrollo edáfico se manifiesta internamente, estando siempre relacionado con las facies más distales de los episodios. Se trata de suelos pardo-rojizos y pardos truncados, de los que sólo se conservan sus horizontes argílicos y carbonatados, con potencias que no suelen superar los 40 cm. A techo de todo el conjunto aparecen intensas cementaciones que, en algunos puntos pudieran confundirse con calcretas. La potencia total del conjunto es algo menor que en la generación anterior y, en cuanto a la edad, los diferentes autores que han estudiado estos sistemas de abanicos en la región de Murcia (HARVEY, 1987; SILVA et al., 1992 a y 1992 b; SILVA, 1994; SOMOZA 1980 y SOMOZA et al, 1989) acuerdan que se formaron durante el Pleistoceno medio, pero que se prolongaron hasta el Pleistoceno superior. 2.3.5. Cantos, gravas, arenas y arcillas (44). Abanicos aluviales. 3ª generación. Pleistoce- no superior. Estos depósitos constituyen la tercera generación o “tercera fase deposicional”, de los princi- pales abanicos aluviales, según SILVA (1994) y supone un gran cambio en la dinámica morfo- sedimentaria. Se caracterizan por estar encajados en las fases anteriores y por su menor pen- diente. Son originados en una fase postectónica que se prolonga, sin solución de continuidad, hacia los abanicos más recientes. Por lo general, son depósitos no edafizados y han pasado a ser parte de los terrenos cultivables de la huerta murciana. Al estar menos disectados por la erosión reciente, es muy difícil ver sus relaciones con las otras generaciones de abanicos. Apa- rece al norte de la Sierra de Carrascoy con una gran extensión superficial y con un perfecto desarrollo de sus formas individuales. Estos depósitos son de tipo “sheetflood” y poseen poca potencia, no llegando a superar nunca los 1’5-2 m. Las facies son variadas, destacando delgado niveles laminares, gravas im- bricadas y facies de arenas y arcillas dominantes en los últimos niveles deposicionales. A este grupo pertenecen los grandes abanicos que se forman en la confluencia de los ríos Segura y Guadalentín y que lateralmente pueden pasar a depósitos fluviolacustres. Por otra parte, no

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