MAGNA 3.0-E. 1:50.000. ALCANTARILLA (933)

102 macizo bético de la Sierra de Carrascoy, y la Falla de Cañaricos-Cuevas del Norte (Rama Nor- te), que delinea el trazado del contacto relieve-depresión a lo largo del sector más meridional de este frente montañoso. Ambas ramas confluyen a la altura de la localidad de El Palmar, en la presente hoja, a partir de la cual se registra una flexión del trazado de la ZDP, que toma una dirección general N45-50ºE (SILVA et al., 1992; SILVA, 1994). Hacia el Norte se deflecta o curva en dirección ENE, adquiriendo ya en la Cuenca del Segura dirección general N80-90ºE, donde relieves antiformes recientes sustituyen al frente montañoso de falla como expresión geomorfológica fundamental (ALFARO et al., 2002). En general es bastante aceptado, que la mencionada Falla de Cañaricos-Cuevas del Norte constituye la prolongación de la rama Sur (Falla del Guadalentín) de la Falla de Lorca-Alhama de Murcia (SILVA, 1994; MARTINEZ DIAZ, 1998), cuyo trayecto por el interior de la Depresión (Hoja de Alcantarilla) aparecería fosilizado por las formaciones holocenas y pleistocenas más recientes. De hecho, en el denominado “Rock bar” de El Romeral (hoja de Alcantarilla), depósitos pertenecientes al holoceno reciente (c.a. 6.500 –4.500 años BP) aparecen basculados y flexurados a favor de este accidente (CAL- MEL-AVILA, 2002; SILVA et al., 2003b). La longitud del Frente montañoso de Carrascoy (medida en línea recta) entre las localidades de Casas Nuevas y Alquerias es de 32,95 km, mientras que la longitud medida a lo largo del contacto relieve-depresión es de 44,90 km, ofreciéndonos un grado de sinuosidad o irregula- ridad que permite clasificarla como frente montañoso activo (SILVA et al., 2003). La diferencia de cota entre las crestas de este frente montañoso y el knick-point de su zona de pedimen- tación desciende progresivamente de SO a NE desde valores cercanos a los 800 metros en su sector más meridional (Sierra de Carrascoy), hasta valores entorno a los 350-200 metros en su sector más septentrional, al Norte de la Cresta del Gallo. Todas las líneas de falla incluidas dentro de la ZDP cartografiada pueden catalogarse como de actividad Plio-pleistocena, ya que afectan a materiales y/o formas pliocenas y/o propiamente pleistocenas, aunque en el interior de Carrascoy su edad puede ser obviamente algo más antigua. Datos morfométricos (SILVA et al., 2003) y paleosismicos indican que estas trazas de falla activa están condicionadas por tasas de desplazamientos verticales superiores a 0.08 mm/año e incluso pueden alcanzar los 0.2 mm/año. Por otro lado, se observan desplazamiento sinestrales entre 90 y 220 metros (red de drenaje y lóbulos sedimentarios) en las superficies correspondientes a la 3ª Fase deposcional de abanicos aluviales (Plesitoceno superior y Holoceno), lo cual supone la existencia de unas tasas de desplazamiento medias entre 1 y 0,5 m/ka para los últimos 160.000 años (SILVA, 1994). Como hemos visto los datos sísmicos solo permiten correlacionar algunos de los epi- centros (históricos e instrumentales) con la zona de Falla de Nor-Carrascoy, por lo que puede catalogarse como falla activa (SILVA et al., 2003; SILVA, 1994; BAENA et al., 1994; MARTÍNEZ DÍAZ, 1998).

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