MAGNA 3.0-E. 1:50.000. MOLINA DE SEGURA (912)

85 En la parte septentrional de la Hoja, y en particular en la sierra de Ricote, destaca la incisión vertical del lecho o incisión lineal en los barrancos y ramblas, con una intensidad de mode- rada a notable, dada la resistencia a la erosión del sustrato calcáreo que constituye la sierra. Menor intensidad ofrece, tanto la erosión lateral del río Segura, en los sectores cóncavos de los meandros, como la arroyada difusa o en regueros que removiliza los materiales más finos de los abanicos periféricos de la sierra de Ricote. En el sector de la Planicie Central los procesos de acarcavamiento son acusados y a veces muy espectaculares, al desarrollarse sobre las margas tortonienses o sobre otros materiales poco consistentes. Son especialmente marcadas las que aparecen en las ramblas del Corralin, de Albudeite, del Estrecho y de Mayes. Dentro de los procesos de ladera son funcionales los coluviones, con una actividad, por lo general, escasa y moderada en las áreas con mayores desniveles como sucede en la vertiente norte de la sierra de Cajal, donde también es posible la formación de algún deslizamiento, pero de forma aislada. Por otra parte, uno de los procesos más llamativos es los desprendimientos de bloques. Se localizan en la sierra de Ricote, donde hay grandes cantiles como en la margen izquierda del río Segura, al sur del Embalse de Blancas, pero en estos casos los riesgos no son importantes dado que se trata de sectores deshabitados. Sin embargo, en la Planicie Central, el proceso es muy acusado con importantes acumulaciones en las laderas de la sierra de la Muela y su prolongación hacia el sur. La intensa fracturación, el diaclasado, la diferente competencia de los materiales y la sismicidad, facilitan de gran manera, el descalce del material rocoso. Por lo que a los procesos sedimentarios se refiere, todos ellos poseen una baja actividad. Hay que citar además los riesgos de inundación en los aluviales y en la primera terraza de los ríos Segura, Mula y sus afluentes. Volviendo al desarrollo de la sedimentación en los fondos de valle, es más es- casa todavía en los que tienen forma de cuna, al igual que la formación de los conos de deyección y abanicos aluviales de baja pendiente, donde el laboreo agrícola estabiliza la morfogénesis. Por su parte la actividad tectónica reciente ha producido algunas manifestaciones. Se reconocen fallas normales que ofrecen un importante reflejo morfológico de sus planos, apenas retocados por la erosión. Otros rasgos observados son las inflexiones bruscas de la red de drenaje en algu- nos barrancos del sur de la sierra de Ricote, y algunos basculamientos contra pendiente tanto de niveles de terraza del río Segura como de abanicos aluviales de edad Pleistoceno superior. Dado el régimen tectónico actual, existe la constancia de que la sierra de Ricote constituye un área levantada como consecuencia de movimientos de gran radio. Este proceso es, de todas maneras, de intensidad demasiado baja como para ser considerado un auténtico riesgo geo- lógico, aunque su importancia en la morfogénesis futura es del todo indudable. Por último, hay que hacer referencia a la sismicidad porque es muy alta en toda la región. En concreto, en la Hoja de Molina de Segura, se han registrado terremotos con una intensidad máxima sentida de grado VIII, siendo frecuentes las intensidades de VII, VI y V (ver epígrafe

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