MAGNA 3.0-E. 1:50.000. MOLINA DE SEGURA (912)

78 sus depósitos generalmente erosionados en la zona más oriental. Existen también conos de deyección de pendiente alta o moderada que desembocan a estos valles en cuna o sobre los niveles de terraza de los principales valles. También se ha considerado algún meandro abandonado en el curso del río Segura y en otros afluentes secundarios, pero, en cualquier caso, no revisten una gran importancia. Por lo que se refiere a las terrazas, a la vista del mapa geomorfológico, puede decirse que son los ríos Segura y Mula los que presentan un mayor registro. El río Segura discurre por la mitad este de la Hoja, con una dirección NNO-SSE y con una mor- fología de sinuosa a meandriforme. Encajado en la sierra de Ricote ofrece, en este sector, pocas terrazas, apenas dos niveles de poco desarrollo en planta, para abrirse, más al sur, en la zona de relieve suave a una serie de aterrazamientos que aumentan hasta un numero de siete. Como ya es sabido, las terrazas corresponden a antiguos fondos de valle de los ríos que en su proceso de encajamiento han quedado colgados sus depósitos a diferentes cotas, dando plataformas escalonadas en las márgenes. En el caso del río Segura, estas plataformas, de tamaño variable y superficie muy plana se encuentran a las siguientes alturas con relación al “thalweg”: + 80 m, + 50-60 m, +40-45 m, +35-40 m, + 30 m, +20-25 m y + 5-7 m. En la parte más baja del curso, en los alrededores de Segura de Molina, alcanzan un mayor desarrollo horizontal, siendo aprovechadas para los cultivos de huerta. La disposición de los niveles de terraza del río Segura informa de la reciente actividad tectónica que de alguna manera ha influido en su distribución asimétrica, a veces con más niveles en la margen izquierda y, otras veces, en la derecha, así como el acoplamiento de algunos tramos a las principales directrices regionales. Por lo que al río Mula se refiere, su cuenca ofrece un excelente registro geomorfológico y sedimentológico que permite ordenar la secuencia de procesos que dieron lugar al valle que observamos en la actualidad. En este sentido, existen una serie de trabajos de ROMERO DÍAZ et al., 1992; MATHER et al. , 1995 y SILVA et al. , 1996, que describen detalladamente todas sus características. El río Mula, junto con su afluente principal, el Pliego, constituye una importante arteria fluvial que, con una dirección aproximada O-E, atraviesa la mitad sur de la Hoja para desembocar en el río Segura, en las proximidades de Alzaguas, ya fuera de la Hoja. Se han reconocido seis niveles de terrazas (SILVA, P. G. et al. , 1996) a + 65-80 m, + 40 m, +22-36 m, +15 m, +5-7 m y +2 m, este último considerado, en esta cartografía, como fondo de valle. Sólo los niveles más altos y los inferiores son aparentemente continuos a lo largo del recorrido del río Mula y sus facies son típicamente fluviales; por el contrario, la terraza de +22-36 m constituye un nivel anómalo dentro de la secuencia fluvial del río (MATHER et al , 1995). Su anomalía se caracteriza por la potencia, superior a 18 metros, las facies fluvio-palustres, la distribución espacial muy localizada, aguas arriba de la Falla Tollos-Rodeos y las variaciones de altura con respecto al cauce. Hay que añadir, además, que en las proximidades de la localidad de Ba- ños de Mula y Albudeite, la actividad hidrotermal, asociada a la Falla Límite y rica en calcio, proporciona otros tipos de depósitos de terraza de carácter tobáceo y travertínico (ROMERO DÍAZ et al., 1992).

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