MAGNA 3.0-E. 1:50.000. MOLINA DE SEGURA (912)

77 más caprichosa. Algunos ejemplos se pueden observar en el sector sureste de la Hoja, en la margen derecha del río Segura o en las proximidades de Ceutí. Localmente se ha identificado algún deslizamiento en la sierra de Cajal, ligado a los materiales margosos de la Unidad deposicional I. Se trata de un deslizamiento de tipo traslacional, de espesor moderado, unos pocos metros, y presenta una superficie casi circular de 325 metros de diámetro. Por otra parte, existen caídas de bloques, a veces de gran tamaño, ligadas a los grandes escarpes de la sierra de Ricote y a las mesas y cuestas de la sierra de la Muela. La intensa fracturación, el diaclasado, la diferente competencia de los materiales y la sismicidad facilitan, de gran manera, el descalce del material rocoso. 3.2.2.2. Formas fluviales y de escorrentía superficial Los procesos fluviales y de escorrentía superficial tienen una importancia manifiesta en el modelado de la Hoja de Molina de Segura, estando claramente ligados a la dinámica zonal propia de los climas semiáridos. Dada la irregularidad climática, no sólo actual, sino a lo largo de todo el Cuaternario y las pre- cipitaciones, a menudo de carácter torrencial, los procesos de erosión activa son muy genera- lizados, dando lugar a una intensa incisión lineal en “V” y a la formación de barrancos cuya densidad es muy elevada en las áreas serranas, pese a la relativa competencia de los terrenos calcáreos. La misma razón es la que origina las aristas e interfluvios, tan frecuentes en la sierra de Ricote y, que al igual que los escarpes y crestas, presentan un marcado control estructural. Estas formas también aparecen en las zonas de relieve más suave, como en la esquina sureste de la Hoja, pero ahí se producen en materiales fácilmente excavables. Estos terrenos, litológicamente más blandos, principalmente las margas tortonienses y los tér- minos más margosos del Cretácico, permiten el desarrollo de cárcavas, especialmente densas en las ramblas del Corralín, de Albudeite, del Estrecho y de Mayes. También son frecuentes las formas producidas por los procesos de erosión lateral de los cau- ces, sobre todo en aquellos que presentan un recorrido sinuoso o meandriforme y que discu- rren por terrenos de litologías blandas. Éste es el caso de los ríos Mula y Pliego en el cuadrante suroeste de la Hoja, donde abundan las margas y areniscas de edad Tortoniense-Messiniense. En cuanto a las formas de sedimentación se localizan mayoritariamente en los principales valles y en la orla periférica de la sierra de Ricote. Por lo que se refiere a este último sector se han cartografiado dos niveles de abanicos aluviales de escasa pendiente. El más reciente pre- senta una morfología en planta muy irregular y adaptada al relieve, a la manera de los “glacis en golfo” propios de ambientes semiáridos. Sobre su superficie, muy plana e intensamente trabajada por la agricultura, es frecuente la arroyada en regueros y fenómenos de pérdida de drenaje. Igualmente, en esta orla periférica de la sierra, donde la erosión remontante del cercano Mediterráneo no ha podido penetrar, se conservan valles secundarios en cuna con

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