MAGNA 3.0-E. 1:50.000. MOLINA DE SEGURA (912)
42 Por otra parte, el corredor de desgarre, corresponde a una zona de fuerte anomalía térmica en la cual se encuentra concentrada, una actividad magmática diversificada. Su actividad en particularmente intensa durante el Tortoniense superior donde se encuentran una gama, excepcionalmente variada, de manifestaciones plutónicas, volcánicas, y metalogénicas (BE- LLÓN, et al ., 1983; BORDET., 1985; BOLZE et al ., 1986; HERNÁNDEZ et al ., 1987). Esos fenómenos de naturaleza variada (juegos de desgarre, implicaciones tectono-sedi- mentarias, manifestaciones magmáticas) circunscritas en el espacio y el tiempo, jalonan de manera significativa, una discontinuidad litosférica revelada por los datos geofísicos (BANDA et al. , 1990). El corredor de desgarre se sitúa sobre una zona de corteza fuerte- mente reducida y marca el límite de dos dominios litosféricos diferentes (LAZOUZIÈRE et al ., 1988). En este contexto la variedad de las configuraciones geométricas y de los comportamientos tectono-sedimentarios confiere a las cuencas del Neógeno reciente una gran diversidad tal como se resume en la Fig. 2. OTT d’ESTEVOU et al . (1988), distinguen fundamentalmente dos tipos de cuencas: (I) los “surcos” sobre desgarre y (II) los grabens. Figura 3.- Evolución simultánea de las cuencas de Hinojar (compresión) y Mazarrón (Distensión), en régimen de compresión N-S. Tomado de OTT d’ESTEVOU et al. (1988)
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