MAGNA 3.0-E. 1:50.000. MOLINA DE SEGURA (912)

105 Una transición rápida de distensión regional a compresión, ocurrida en el Aquitaniense supe- rior-Burdigaliense basal, se asocia con el emplazamiento del Manto Bético sobre el margen meridional ibérico (Fig. 5). El margen Mesozoico-Paleógeno se invirtió y se transformo en un cinturón de pliegues y cabalgamientos. Desde este momento, ambas zonas funcionaran como un único sólido en su evolución geodinámica posterior. Los paleoesfuerzos indican que la direc- ción de compresión maxima era N-S a NNO-SSE, al principio de plegamiento. La localización y orientación de los grandes pliegues, fue sin embargo contralada por las fallas normales preex- istentes. Coincidiendo con este evento compresivo, se observan importantes engrosamientos corticales en los límites entre zonas, debido a la incrustación de ambos bloques continentales. En esta área de estudio este hecho se traduce en subcabalgamientos de las Z.E.B sobre las Z.I.B, con expulsiones de pequeño testigo de estas sobre aquellas. La sedimentación durante el Mioceno inferior estuvo confinada a cuencas sinclinales ENE, mien- tras que las charnelas anticlinales eran erosionadas y flanqueadas por pequeñas plataformas carbonatadas donde se depositaron calizas algales cuya datación isotópica indica que la primera serie de pliegues se desarrollo secuencialmente entre 23,6 y 19 M.a. Este registro finalizó con un periodo de mar alto generalizado y un plegamiento coaxial subsecuente datado entre 21,5 y 17,2 M.a. En el resto del Mioceno inferior y medio continuaron los movimientos transcurrentes mediante fallas rumbo-deslizantes dextras con dirección N60/70E. En las Z.E.B continua el desli- zamiento del Subbético sobre el Prebético, así como la la expulsión de materiales olistostrómicos Figura 5.- Reconstrucción paleogeográfica del Mediterráneo occidental duran- te el Mioceno inferior. Tomada de SANZ DE GALDEANO et al ., 1990.

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