MAGNA 3.0-E. 1:50.000. MOLINA DE SEGURA (912)
104 paralelas a las directrices Ibérica y Bética respectivamente; durante el Cretácico superior la geometría del margen estuvo condicionada localmente por fallas de pequeña escala. Es difícil precisar el momento en el que margen sudibérico dejó de actuar como margen pasi- vo para convertirse en margen activo o convergente, es decir, cuándo comenzó la subducción del fondo oceánico –muy probablemente acompañado de algún retazo de corteza continen- tal– hacia el sur y bajo el bloque de Alborán; ese momento, final de una etapa distensiva e inicio de otra compresiva, debió ser el tránsito del Cretácico al Paleoceno, cuando también comenzó la etapa de subducción en los Alpes occidentales. Una tal cronología se fundamenta en criterios tectónicos locales (episodios compresivos a lo largo del Paleógeno, descritos por varios autores) y sedimentológicos generales: cambio sustancial en la geometría de la cuenca – por el que gran parte de la plataforma carbonatada del Cretácico superior quedó completa- mente emergida – acompañado por una acentuación del talud continental y la subsiguiente aparición de turdiditas terrígenas y de olistostromas en las áreas de cuenca; estos primeros eventos datan 60 M.a (DE RUIG, 1992) y son el reflejo de los movimientos tectónicos vertica- les de un flanco de la cuenca sujeto a compresión. Como consecuencia del levantamiento tectónico de la plataforma, la sedimentación marina quedó bastante restringida durante el Eoceno y Oligoceno, de forma que la línea de costa coincidía con el paleotalud continental. En general, los depósitos de este periodo son margas y calizas pelágicas con intercalaciones de turbiditas y otros depósitos gravitacionales, evolu- cionando a depósitos turbidíticos, detríticos y siliciclásticos en la mayoria de las áreas. La actividad compresiva había sido poco relevante durante el Paleoceno, pero lo fue más entre el Eoceno medio-superior y el Oligoceno inferior, como lo reflejan la fracturación sinsedimen- taria y el repetido basculamiento de los depósitos de plataforma. En este periodo prosiguió el desplazamiento de África hacia el E, en tanto que se acentuaba la rotación levógira de Iberia respecto al continente europeo y se desplazaba hacia el NE. Estos movimientos, que coincidieron con importantes eventos tectónicos en todas las Cordilleras Alpinas y con el desarrollo del metamorfismo, pudieron ser los responsables del inicio de la expulsión de los bloques laterales (Alborán y Z.I.B) mediante grandes líneas de deslizamiento que proporcionaron el contexto geotectónico adecuado para que se produjeran deformacio- nes sinmetaformórficas en condiciones dúctiles. La fracturación distensiva subsecuente durante el Oligoceno superior –Aquitaniense basal (25-23 M.a), se correlaciona con el rifting de la Cuenca de Valencia y la Provenza. En nu- merosas áreas del Prebético, la ruptura parcial de la cobertera sedimentaria desencadenó el diapirismo de las masas evaporíticas del Triásico, que perforaron el suprayacente a favor de fracturas normales subverticales. En este tiempo continua la expulsión hacia el Oeste del “Bloque de Alboran” mediante acci- dentes trnsformantes en medio continental, tales como el de Cadiz-Alicante o el Nor-Bético. Estos accidentes juegan como desgarres dextros arrastrando, nosolo a las Z.I.B, sino tambien a gran parte de las Z.E.B hacia el Oeste.
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