MAGNA 3.0-E. 1:50.000. FOZ (009)
Estos procesos también pueden manifestarse en depósitos con pendientes más pronunciadas como los fondos y abanicos torrenciales. Además de los procesos de inundación y sedimentación asociados a la acción fluvial y de esco- rrentía superficial, existen otros asociados a la dinámica litoral y lacustre. Los procesos lacustres son estacionalmente funcionales y actúan como pequeñas zonas encharcadas. Los procesos activos de sedimentación también pueden observarse en los campos de dunas, sin embargo, también aparecen procesos erosivos relacionados con la transgresión holocena y las actividades antrópicas. 72 6. HISTORIAGEOLÓGICA Los materiales más antiguos representados en la Hoja de Foz son los de la Serie de Vilalba, de edad Neoproterozoico. Aunque en el Domo de Lugo prácticamente no contienen rocas ígneas asocia- das, en materiales equivalentes del antiforme del Narcea se ha caracterizado un magmatismo cal- coalcalino (GUTIÉRREZ-ALONSO y FERNÁNDEZ-SUÁREZ, 1996; FERNÁNDEZ-SUÁREZ et al ., 1998; GUTIÉRREZ-ALONSO et al. , 2004; CUESTA et al. , 2004; RUBIO ORDÓÑEZ et al ., 2006) que se ha puesto en relación con unmargen activo de tipo andino, de los que caracterizan el borde Norte de Gondwana en esa época (MURPHY y NANCE, 1991). Esa actividad se relaciona con la orogenia Cadomiense, a la cual siguió un largo periodo caracterizado por el comportamiento de esta parte de Gondwana como un área relativamente estable. En efecto, el Cámbrico Inferior reposa discordante sobre la Serie de Vilalba y desde ese momento hasta, al menos, el Devónico Inferior, la Zona Asturoccidental-leonesa se comportó como un mar- gen pasivo con sedimentación continua, esencialmente detrítica, pero también carbonatada, que alcanzó un espesor de varios miles de metros. No se han identificado discontinuidades ni interrup- ciones en la sedimentación en esta zona, a diferencia de lo que sucede en la adyacente Zona Centroibérica, donde el Ordovícico Inferior es a menudo discordante sobre las series subyacentes, o en la también contigua Zona Cantábrica, donde una discontinuidad separa el Silúrico del Ordovícico. Todos esos depósitos fueron deformados durante la orogenia Varisca, primero por grandes plie- gues recumbentes con vergencia este, y después por cabalgamientos dúctiles y frágiles con movi- miento del bloque de techo hacia el eeste. Esta deformación acortó el prisma sedimentario del margen gondwánico, y refleja la colisión de este continente con Laurusia, formada poco antes por la colisión entre Laurencia, Báltica y Avalonia durante la orogenia Caledónica. Los pliegues recum- bentes se formaron aquí en el Tournaisiense, es decir, en el Carbonífero más bajo, mientras los cabalgamientos pudieron hacerlo en el Viséense o Namuriense. A partir de ahí, el engrosamiento de la corteza continental, consecuencia del acortamiento orogéni- co, junto con el calentamiento de sus zonas profundas, disparó el colapso gravitatorio, que se mani- festó inicialmente por el desarrollo de grandes zonas de cizallamiento dúctil con carácter extensional. La Fig. 8 muestra la evolución estructural del Domo de Lugo y el Manto de Mondoñedo, y la Fig. 14 la evolución termobarométrica del manto y su autóctono. En el Manto de Mondoñedo, un pri- mer episodio metamórfico de presión intermedia refleja el engrosamiento cortical. Sus condicio- nes pico se alcanzaron tras la formación de los pliegues recumbentes, y la trayectoria seguida se refleja en el primer tercio de un típico lazo de sentido horario (Fig. 14a) que incluye después una exhumación, isotérmica al principio y menos drástica en sus estadios finales. La descompresión inicial está relacionada con el fuerte adelgazamiento experimentado por el Manto de Mondoñedo durante su emplazamiento.
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