MAGNA 3.0-E. 1:50.000. FOZ (009)

Las superficies de erosión cartografiadas en la Hoja de Foz han sido interpretadas como restos muy degradados de paleorrelieves. Su diferenciación depende de que las características litológi- cas de la superficie considerada no indiquen un origen relacionado con diferencias litológicas y que, además, exista una relación cartográfica con otras superficies de erosión y otras formas poli- génicas, como los relieves residuales, a nivel local y regional. Esta relación cartográfica consiste en que las formas relacionadas definan superficies extensas con cotas y pendientes equivalentes. Siguiendo estos criterios cartográficos las superficies de erosión han podido ser subdivididas en dos niveles. El origen y la posición geocronológica de las superficies de erosión se propone en el apartado 5.3 (Evolución geomorfológica). Los relieves residuales cartografiados son montículos redondeados y relacionados cartográfi- camente con otros relieves o superficies de erosión. Esta relación cartográfica consiste en que las formas relacionadas definan superficies extensas con cotas y pendientes equivalentes. Las características anteriormente mencionadas han llevado a interpretarlos como relieves residua- les de una superficie de erosión. 5.2.9. Formas antrópicas En este sistema se han incluido explotaciones a cielo abierto, escombreras y espigones por tra- tarse de áreas en las que las actividades antrópicas dificultan la reconstrucción geomorfológica o que influyen de forma importante en la dinámica de algunos procesos geomorfológicos. 5.3. PROCESOS ACTIVOS La Hoja de Foz no presenta procesos geológicos recientes de gran envergadura. La actividad sísmica en el área de la Hoja es importante como lo demuestran los 18 epicentros registrados por el Catálogo General de Sismos del IGN. Además, debe tenerse en cuenta que los valores de máxima intensidad previsible para un periodo de retorno de 500 años están próxi- mos a los más altos del noroeste peninsular. Los valores de magnitud registrados han estado siempre por debajo de los 4Mw y los de intensidad son iguales o inferiores a VI MSK. Todos los movimientos de ladera de la Hoja han sido clasificados como flujos. En general son “ debris flows ” que afectan a formaciones superficiales con disponibilidad de carga sólida no consolidada como son los coluviones o derrubios. El grado de actividad es moderado atendien- do a su interpretación como depósitos heredados de la última etapa glaciar con condiciones climáticas diferentes y una cobertera vegetal escasa. Se puede afirmar que los procesos activos de la Hoja se centran en los procesos de erosión de carácter fluvial. La Hoja, en general, presenta una red de drenaje con alta densidad y baja sinuo- sidad, que al transcurrir por zonas con pendientes elevadas propician el arranque y arrastre de material, dando lugar a una generalizada red de incisión. Los procesos de inundación y sedimentación se centran en los principales valles fluviales, así co- mo en algunos de sus valles secundarios. Se han cartografiado como zonas inundables las llanu- ras de inundación y algunas terrazas inundables en avenidas con mayor tiempo de recurrencia. También se producen procesos de inundación y sedimentación en los fondos planos de valles secundarios, aunque suelen tener un carácter esporádico debido al encauzamiento muy inci- piente del agua. Es importante destacar que cuando disminuyen los caudales de la avenida tie- ne lugar la sedimentación, aportando depósitos de decantación sobre las zonas inundables. 71

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