MAGNA 3.0-E. 1:50.000. FOZ (009)

cialmente y crece a partir de cristales y fibras de sillimanita. Las fibras de sillimanita aparecen en- trelazadas con cristales de biotita. 4.2.2. Granitos de dos micas (3, 3a, 3b, 3c, 3d) Además del macizo de San Ciprián, que ocupa gran parte de la mitad norte de la ventana tectó- nica del Xistral, se incluyen en este grupo pequeñas intrusiones localizadas al noreste del plutón de La Tojiza denominados leucogranitos de Arieira (MARTÍNEZ ÁLVAREZ et al. , 1977). 4.2.2.1. El macizo de San Ciprián También denominado macizo de Vivero (CAPDEVILA, 1969; BEA et al. , 1987; CORRETGÉ et al. , 1990, 2004), presenta continuidad hacia el N, O y SO en las Hojas 1: 50.000 de San Ciprián (nº 3), Vivero (nº 8) y Puentes de García Rodríguez (nº 23). Como los leucogranitos parautóctonos del Domo de Lugo, el macizo de San Ciprián constituye un lacolito (GALÁN, 1987a y b; ARANGUREN y TUBÍA, 1992) con un patrón de afloramiento bastante irregular. Los contactos con los materiales encajantes varían de discordantes a graduales con los metasedimentos mig- matizados de la ventana del Xistral. Al norte, donde el granito intruye en tonalitas, granodiori- tas y monzogranitos de los granitoides calcoalcalinos sintectónicos (G1 de CAPDEVILA, 1969) las relaciones de contacto son complejas (GALÁN, 1982, 1987; GALÁN et al. , 1996; CORRETGÉ et al. , 2004). Su borde oriental es intrusivo aunque subparalelo a la banda de cuarcitas aflorante en la Sierra del Xistral (N-NES-SE) y en el sector SE se encuentra en contacto mecánico/intrusivo con el plutón de La Tojiza. En la Hoja de Foz, los leucogranitos de San Ciprián se encuentran prácticamente indeformados, habiéndose identificado sectores con una foliación grosera de origen magmático. En la zona N- NE del macizo, dentro de facies de grano grueso, se han observado algunas orientaciones con- sistentes enmicrofracturas muy penetrativas, a veces localizadas en bandas de potencia métrica, con dirección N-115 y buzamiento 30º al NE. Este tipo de fracturación penetrativa también se ha observado en algunos afloramientos costeros al O de Burela (AMarosa) en la Hoja 1: 50.000 nº 3 (San Ciprián). En los sectores occidentales y sur-occidentales del macizo, dentro de facies de gra- nito heterogéneo, se han observado algunas orientaciones magmáticas definidas por los encla- ves, bandas de schileren y biotitas, con direcciones variables entre N-10 y N-40 y buzamientos de 30 a 60º hacia el O-NO. Este macizo corta al cabalgamiento basal del Manto de Mondoñedo al norte y noroeste de Ferreira, y también a la cizalla extensional inferior y a la cizalla de Rúa, por lo que su intrusión es claramente postcinemática respecto a la segunda foliación tectónica, ligada a la extensión. No obstante, dado que al oeste, fuera de la Hoja, está deformado por la Falla de Viveiro, puede con- siderarse sincinemático tardío en relación a la formación del Domo de Lugo. Los datos isotópicos indican una edad de cristalización de 286 ± 2 Ma obtenida por U-Pb en monacitas (FERNÁNDEZ- 207 206 SUÁREZ et al ., 2000). Sobre una fracción de circones estos autores obtienen edades Pb/ Pb de 318Ma que son bastante discordantes y contienen herencias por lo que la edad real sería me- 40 39 nor (FERNÁNDEZ-SUÁREZ, Com. Pers). Análisis isotópicos Ar/ Ar (DALLMEYER et al. , 1997) indican una edad de 274Ma que correspondería a la edad de enfriamiento. Por su tipología, el macizo de San Ciprián corresponde al grupo de leucogranitos alumínicos (G2), que suelen ser sincinemáticos con la tercera fase y, a veces, con la segunda (CAPDEVILA, 1969; MARTÍNEZ CATALÁN, 1983, 1985; ARANGUREN y TUBÍA, 1992). Algunos autores consi- deran que, como los leucogranitos parautóctonos del Domo de Lugo, el macizo de San Ciprián está deformado por las cizallas D2 y por la zona de cizalla de Viveiro en los niveles más profun- dos (GALÁN, 1984, 1987; CORRETGÉ et al. , 1990, 2004; CASTRO et al ., 2002). Sin embargo, 52

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