MAGNA 3.0-E. 1:50.000. FOZ (009)
33 Cándana cartografiados en esa esquina del mapa están afectados por la cizalla, y el despegue extensional, situado a techo de la cizalla, pasaría entre esos enclaves y los afloramientos de Cuarcita del Xistral (ver capítulo 4). Además, la extensión E-O asociada dio lugar al estiramiento de la Cuarcita del Xistral, que se comportó como un potente lecho competente que fue deformado sobre todo en su base, y en unas pocas cizallas que lo atravesaron, individualizando bloques que giraron en dominó (MARTÍNEZ CATALÁN et al ., 2003). Una de esas cizallas atraviesa la Hoja con dirección NE-SO al oeste de Rúa (Figs. 4, sección A-A'). En el mapa y corte geológico ha sido representada como una falla, pero se trata en realidad de una estrecha zona de cizalla dúctil con un espesor de 100- 200m, inclinada unos 45º al SE. La zona de cizalla de Rúa desarrolló una foliación y lineación miloníticas en las Cuarcitas del Xistral. Desde un punto de vista dinámico su comportamiento está ligado al de la cizalla exten- sional inferior, y en ambas es notable el crecimiento del tamaño de grano en las milonitas, al- canzándose 10 mm en la cizalla inferior. La cizalla de Rúa separa dos bloques en los que la folia- ción buza hacia el oeste, formando un fuerte ángulo (45-90º) con la cizalla (Fig. 4, sección A-A'). En el bloque de muro, las asociaciones son propias de la zona de la sillimanita, mientras que en el bloque de techo, denominado escama de Burela, las asociaciones corresponden a la facies de los esquistos verdes, lo que pone de manifiesto el carácter sustractivo y extensional de esta es- tructura (MARTÍNEZ CATALÁN et al ., 2003). 3.2. FASES DE DEFORMACIÓN Las estructuras mayores descritas en el apartado anterior se desarrollaron como consecuencia de la convergencia de placas que dio lugar a la colisión continental entre Gondwana y Laurusia, que creo la Pangea, durante el Paleozoico Superior. Además, reflejan las cambiantes condicio- nes físicas de las rocas. En este apartado se caracterizan e interpretan los tres episodios principa- les de deformación identificados. 3.2.1. Primera fase (D1) Las estructuras principales de la primera fase de deformación son pliegues, recumbentes en el Manto de Mondoñedo y volcados en la ventana tectónica del Xistral. Los pliegues afectan a una potente secuencia sedimentaria que abarca desde el Neoproterozoico al Silúrico dentro de la Hoja de Foz, y al Devónico Inferior en la Serra do Courel, al sur del Domo de Lugo. El aplasta- miento de los pliegues fue intenso, como se refleja en su geometría similar y su carácter más o menos isoclinal, y como se ha cuantificado en algunos de los pliegues menores (BASTIDA y PULGAR, 1978; BASTIDA, 1980; MARTÍNEZ CATALÁN, 1985). El aplastamiento produjo una foliación tectónica (S ) muy penetrativa en los materiales pelíticos, donde es un clivaje pizarroso, 1 y variablemente penetrativa en cuarcitas y carbonatos. La primera fase está relacionada con los efectos iniciales de la colisión sobre los sedimentos que cubrían la plataforma del margen septentrional de Gondwana (Fig. 8a). Sin duda, muchos plie- gues se formaron por un mecanismo de pandeo ( buckling ), provocado por una orientación del esfuerzo mayor subparalelo a la estratificación. Esto es particularmente claro para los pliegues de Burela, muy regulares en cuanto a sus longitudes de onda, amplitudes y ángulo entre flancos (Fig. 5). También es muy probable para los pliegues de escala kilométrica del Manto de Mondoñedo, pero no para los mayores, el Anticlinal de Mondoñedo-Lugo-Sarria y el Sinclinal
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