MAGNA 3.0-E. 1:50.000. FOZ (009)

3. TECTÓNICA Se describen en primer lugar las estructuras tectónicas mayores aflorantes en la hoja, al tiempo que se mencionan las estructuras menores asociadas. En una sección posterior, se agrupan las estructuras en fases de deformación, discutiendo brevemente el significado de cada una de ellas en el contexto de la orogenia Varisca en el noroeste peninsular. 3.1. ESTRUCTURAS TECTÓNICASMAYORES En la Hoja de Foz pueden reconocerse los principales rasgos estructurales y metamórficos del Manto de Mondoñedo (Figs. 1, 3 y 4). Los primeros incluyen estructuras contraccionales tales como grandes pliegues tumbados y cabalgamientos, y estructuras extensionales de importan- cia regional, como despegues dúctiles y un gran domo asociado. La deformación interna es pe- netrativa y en general muy intensa, y da lugar al desarrollo de foliaciones tectónicas de distinta entidad. Fracturas tardías y otras estructuras de desarrollomás limitado completan la evolución. 3.1.1. Pliegues recumbentes La existencia de grandes pliegues tumbados o recumbentes vergentes hacia el este es el rasgo estructural dominante en el Dominio del Manto de Mondoñedo. Fueron descritos inicialmente por MATTE (1963, 1964, 1968a) y WALTER (1966b, 1968) y, al referirse a la estructura plegada de la región de Mondoñedo, el primero la describió como un verdadero manto, en el sentido de un gran pliegue tumbado trasladado hacia el este-noreste. Este pliegue es el anticlinal de Mondoñedo-Lugo-Sarria de MATTE (1968a), cuyo flanco inverso alcanza un desarrollo de 18 km tomando como referencia el miembro superior de las Capas del Río Eo, y 38 km en el con- tacto entre la Serie de Vilalba y la Cuarcita inferior de Cándana (Fig. 4, sección B-B'). Dentro de la Hoja tenemos que diferenciar sus dos dominios estructurales. Los pliegues recum- bentes mayores del Manto de Mondoñedo son, de arriba abajo, el anticlinal de Vilamea, el Sinclinal de Vilaoudriz, el anticlinal de Foz y el Sinclinal de Nois (Figs. 3 y 4). El Sinclinal de Vilaoudriz aflora en la esquina inferior derecha como una banda estrecha suavemente arquea- da, en cuyo núcleo afloran el Ordovícico y Silúrico. Este pliegue está estructuralmente por deba- jo del anticlinal de Mondoñedo-Lugo-Sarria, con el que comparte el flanco inverso, y es isocli- nal, es decir, sus dos flancos son paralelos, lo que sugiere un fortísimo aplastamiento. Por enci- ma tiene el anticlinal de Vilamea (WALTER, 1966b), que es un pliegue de segundo orden del anticlinal de Mondoñedo-Lugo-Sarria, y en cuyo núcleo afloran las Capas de Riotorto en la es- quina sureste de la Hoja. Por debajo, el anticlinal de Foz y el Sinclinal de Nois (BASTIDA y PULGAR, 1978), están dibujados en la cartografía por la Cuarcita superior de Cándana. Se trata de dos pliegues basculados hacia el este, cuyo flanco inverso común incluye varios pliegues de orden mayor, y que alcanza un desarrollo próximo a la decena de kilómetros (corte geológico del mapa geológico y Fig. 4, sección A-A'). Las trazas axiales muestran una dirección NE-SO, aunque hacia el este se curvan por efecto del plegamiento tardío, tomando una dirección N-S. Son isoclinales, con un fuerte engrosamiento de la charnela, y sus ejes no se han podido medir directamente. No obstante, los ejes de plie- gues menores asociados y la lineación de intersección entre la estratificación y el primer clivaje, asociado a los pliegues (S /S ) varían entre NNE-SSO y ENE-OSO. 0 1 En la ventana tectónica del Xistral, los pliegues correlacionables con los tumbados no son tales, sino volcados, y su geometría puede verse en el acantilado de la costa al Sureste de Burela (Fig. 28

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