MAGNA 3.0-E. 1:50.000. CALASPARRA (890)

80 Los datos sobre indicios de azufre en la cuenca de Las Minas datan de principios del siglo pasado (MESEGUER PARDO, 1924), si bien las explotaciones perduraron hasta los años 60. Su interés minero llegó a ser tal que se edificó el pueblo de Las Minas, reactivando económicamente la zona. Se construyó una estación ferroviaria junto al río Mundo, a la que llegaba la carga mineral tras ser tratada y fundida en hornos e instalaciones de las que hoy sólo quedan sus ruinas. 6.1.2.2. Cloruro sódico Únicamente existen dos indicios de cloruro sódico, ambos en el cuadrante suroriental de la Hoja. El más importante se sitúa junto a la carretera del embalse de Alfonso XIII, en las proximidades de éste, y está ligado a los materiales salinos y arcillosos de la Facies Keu- per; se trata de unas antiguas salinas, actualmente abandonadas, de las que sólo quedan restos de la infraestructura de las explotaciones. El segundo indicio, de menor entidad, se localiza al S de la sierra del Almorchón, cerca de la casa del Saler. 6.1.2.3. Hierro Sus indicios aparecen en la mitad septentrional de la Hoja, asociados al contacto entre los materiales cretácicos de la sierra del Puerto y materiales neógenos. 6.1.3. Rocas industriales Los indicios de rocas industriales corresponden a canteras de diversa envergadura, de las que sólo una pequeña parte presenta actividad o tiene un carácter intermitente. La acti- vidad se reparte entre el aprovechamiento de materiales granulares (gravas y arenas) para su uso como áridos naturales y la explotación de rocas carbonatadas (calizas y dolomías) encaminadas a la obtención de bloques comerciales de piedra ornamental, fundamental- mente, sin olvidar la explotación de las rocas volcánicas miocenas. 6.1.3.1. Gravas y arenas Se describen conjuntamente las gravas y arenas debido a su génesis y aprovechamiento comunes; de hecho, frecuentemente las arenas constituyen un subproducto de las explo- taciones de gravas, destinándose conjuntamente a la obtención de áridos naturales. Se distribuyen irregularmente por toda la Hoja, aprovechándose los depósitos cuaternarios de terrazas, conos de deyección, glacis y coluviones. En general corresponden a explotaciones abandonadas, utilizadas puntualmente para obras de infraestructura, principalmente pistas y carreteras. El hecho de tratarse de formaciones no consolidadas facilita las labores de extracción, pero el moderado espesor de los depósitos, generalmente inferior a 5 m, limita la altura

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