MAGNA 3.0-E. 1:50.000. CALASPARRA (890)

68 y los escarpes. En cualquier caso, estos encajamientos no son comparables con los existentes en las sierras, con profundos desfiladeros y cañones. El río Segura, de trazado muy sinuoso, es el receptor de todos los cursos fluviales de la zona. Pe- netra con dirección S en la Hoja, en el ámbito de las depresiones septentrionales, sufriendo una inflexión hacia el E al norte de Calasparra; discurre algunos kilómetros a través de las sierras del Molino y de la Palera, con encajamientos espectaculares de desnivel superior a 200 m, para salir nuevamente a las depresiones en el extremo oriental de la Hoja. El río Mundo es su único tributario destacado por la margen izquierda, en tanto que por su margen derecha recibe la aportación de una gran cantidad de afluentes, destacando entre ellos los ríos Moratalla, Argos y Quípar, a favor de los cuales se han construido los embalses de Moratalla, Argos y Alfonso XIII, respectivamente. El conjunto de la región pertenece al dominio climático Mediterráneo templado de PAPADAKIS (1966). Con temperaturas medias anuales de 15-17ºC, que aumentan de O a E; la precipitación media anual, excepto en el sector nororiental, donde oscila entre 250 y 300 mm, está compren- dida entre 330 y 400 mm, con tendencia creciente hacia el O. El clima se caracteriza por su irre- gularidad, con episodios de lluvias torrenciales intercalados entre prolongados periodos de sequía. El principal núcleo de población es Calasparra, donde se concentra la práctica totalidad de los habitantes de la Hoja. El resto se reparte entre pequeños núcleos como los de Las Minas, Valentín y Los Milicianos, sin olvidar diversas casas de campo diseminadas por la zona. Esta tendencia a la despoblación explica la precariedad general de las redes de comunicación, que se articulan fundamentalmente en torno a la población principal. 4.2. ANÁLISIS GEOMORFOLÓGICO El análisis morfológico puede abordarse desde dos puntos de vista: morfoestructural, en el que se analiza el relieve como una consecuencia del sustrato geológico, tanto en función de su litología como de su estructura; y morfogenético, considerando las formas resultantes de la actuación de los procesos externos. 4.2.1. Estudio morfoestructural El relieve de la zona está condicionado en gran medida por la naturaleza y la disposición de los materiales que la conforman. Por una parte, la densa red de fracturación existente ha fa- vorecido desniveles y distorsiones de bloques, así como una red fluvial con tramos rectilíneos y cambios bruscos de dirección. Por otra, los contrastes litológicos han favorecido los procesos de erosión diferencial, de forma que los materiales carbonatados coinciden con los relieves prominentes y los margo-arcillosos, con las zonas más deprimidas. Son muy abundantes las formas estructurales ligadas a los materiales más competentes. Por el con- trario, son escasas las formas de origen volcánico derivadas del episodio ultrapotásico neógeno. La red de drenaje no exhibe un patrón geométrico definido, probablemente debido a la com- plejidad estructural de la zona, pudiendo asimilarse a un tipo contorsionado.

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