MAGNA 3.0-E. 1:50.000. CALASPARRA (890)
63 En el primer caso, la pertenencia de las sierras de San Miguel y del Almorchón al Subbético Externo invita a enmarcar los materiales triásicos y cretácicos infrayacentes en las Unidades Intermedias; con ello, la íntima relación espacial entre ambos conjuntos, triásico y cretácico, sugiere, al igual que en otros sectores del dominio subbético, que su contacto podría ser una discordancia o el resultado de procesos halocinéticos intra-cretácicos. En el caso de que su presencia se deba a procesos extrusivos, al menos una parte de los aflo- ramientos triásicos habrían extruido como consecuencia del funcionamiento transpresivo de la falla de Socovos, probablemente durante el Mioceno, suposición apoyada por la verticalización que muestran las estructuras en las proximidades de la falla. A este respecto, cabe destacar el corte ofrecido por la carretera del embalse de Alfonso XIII, al SO de la presa, donde las arcillas y yesos de la Facies Keuper se disponen sobre las margas y calizas margosas cretácicas mediante una falla inversa de alto ángulo. En cuanto a la relación entre los mantos subbéticos y la falla de Socovos, la geometría de la zona muestra que el frente del desplazamiento subbético ha sido afectado por el desgarre. 3.3.3. Falla de Socovos Se trata del accidente de desgarre más importante de la región. En el sector noroccidental presenta un rumbo cercano a N120ºE, sufriendo una inflexión hacia el E para adoptar una dirección N90-100ºE, dirección que mantiene hasta el sector oriental. Aunque a nivel regional suele poner en contacto al Prebético Externo (bloque nororiental) con el Interno (bloque su- roccidental), en la Hoja lo hace también con el Subbético Externo y las Unidades Intermedias. El salto en dirección estimado es del orden de 35-40 km (BAENA y JEREZ, 1982). No existe acuerdo sobre el papel paleogeográfico de este accidente. Para algunos autores ha actuado como condicionante paleogeográfico durante el periodo extensional, a partir del Kimmeridgiense y durante el Cretácico Inferior (JEREZ, 1973); para otros, no se puede saber con exactitud su papel durante la sedimentación y subrayan su carácter profundo (RODRÍ- GUEZ ESTRELLA, 1979); y para un tercer grupo de autores, en su movimiento dextro habría provocado un desplazamiento de bloques y, en consecuencia, de los distintos dominios sedi- mentarios asociados (VILAS et al ., 2001). Para RODRÍGUEZ PASCUA (2001), la falla de Socovos es la responsable de la estructuración de la Zona Prebética en este sector, relacionándose con ella el vulcanismo ultrapotásico de la región; para ello, debe llegar hasta el manto al menos como para provocar una disminución de presión a esa profundidad y con ella la fusión de un manto flogopítico enriquecido en elementos incompatibles (MARTÍN VELÁZQUEZ, 1996). Esta falla se reconoce en el sector occidental con una dirección ONO-ESE (N110-120ºE, entre las sierras de la Silla y de las Herrerías, junto a la carretera C-3211 (Calasparra-Socovos). Se manifiesta como un sistema de fallas entrecortadas, con dicha componente direccional predominante. Se reconocen estrías de desplazamiento horizontal y aunque aparentemente dichas fallas no tienen un desplazamiento considerable, la cartografía pone de manifiesto la importancia del accidente.
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