MAGNA 3.0-E. 1:50.000. CALASPARRA (890)

57 Los materiales más modernos implicados en los cabalgamientos corresponden al Tortonien- se, durante el cual se produjo el cierre del estrecho Nordbético y la individualización de las cuencas marinas del Mediterráneo y del Guadalquivir (CALVO et al ., 1978). No obstante, otras deformaciones afectan a los sedimentos continentales del Mioceno Superior, como se puede observar por el plegamiento y la fracturación de los depósitos lacustres de la cuenca de Cama- rillas-Las Minas aflorantes en la Hoja. Su estructura guarda un marcado paralelismo con la falla de Socovos, de dirección ONO-ESE (N110-120ºE en el sector occidental y E-O en el oriental, orientaciones prácticamente paralelas a las de las fallas normales que delimitan la cuenca; estas fallas se han formado en una etapa extensional tardía, de tipo radial, acompañada por procesos halocinéticos, y algunas de ellas han mantenido su actividad hasta el Cuaternario (MARTÍN VELÁZQUEZ et al ., 1998). Por último, a finales del Mioceno Superior se desarrolló un vulcanismo asociado con toda probabilidad a los accidentes de desgarre, caracterizado por rocas de composición básica alcalina de carácter lamproítico, correspondiendo a manifestaciones tardías del magmatismo calcoalcalino del margen ibérico mediterráneo. 3.3. DESCRIPCIÓN DE LOS PRINCIPALES DOMINIOS Y ESTRUCTURAS Regionalmente, las aloctonías generalizadas hacia el NNO han ocasionado una secuencia ge- neral de apilamiento de unidades cabalgantes sucesivas, que de S a N son: Subbético Interno, Subbético Medio, Subbético Externo, Unidades Intermedias, Prebético Interno y Prebético Externo; en cualquier caso, esta secuencia general ha sido modificada en diversas zonas por la acción de los desgarres y los procesos diapíricos, por lo que la envergadura de los desplaza- mientos varía tanto dentro de una misma transversal como lateralmente. En la Hoja de Calasparra, la arquitectura del edificio bético presenta dos grandes dominios: Prebético y Subbético, en sentido amplio, cuyo límite queda establecido de forma neta por la falla de Socovos. Como ya se ha señalado, cada uno de ellos presenta características lito- estratigráficas propias que permiten establecer su paleogeografía y, por tanto, reconstruir de forma más precisa las deformaciones y traslaciones que han sufrido. Así, el primer gran dominio estructural puede ser atribuido al Prebético Externo, en tanto que el Interno, de acuerdo con los principales criterios establecidos para su diferenciación, no aflora. Por lo que respecta al segundo gran dominio, en él se reconocen materiales afines al Subbético Externo y a las Unidades Intermedias; no obstante, existen diversos afloramientos cuyas facies podrían corresponder a diversos dominios y que trabajos previos han llegado a asimilar al Subbético Interno en algún caso (JEREZ et al ., 1974a), si bien las observaciones de campo y diversos criterios regionales no confirman esta idea. En toda la franja prebética la estructuración es muy similar: un basamento muy profundo, una cobertera bastante potente y fallas lístricas invertidas, con predominio de vergencia N y un acortamiento relativamente pequeño, con importantes retoques motivados por la halocinesis de los materiales salinos del Keuper (VILAS et al ., 2001). Sobre esta cobertera se dispone el manto subbético, con importantes repeticiones justificadas por la aloctonía

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