MAGNA 3.0-E. 1:50.000. CALASPARRA (890)

52 Se han establecido dos generaciones en función de que la red fluvial se encuentre en- cajada en ellos (unidad 61) o no (unidad 62); cuando aparecen colgados pueden llegar a confundirse con los depósitos plio-pleistocenos (unidad 56). Con frecuencia muestran dispositivos coalescentes, configurando bandas que orlan los valles a lo largo de varios centenares de metros, e incluso de kilómetros, como al pie de las sierras de la Silla y de la Puerta. Predominan las gravas, agrupadas en cuerpos canaliformes y tabulares de espesor de orden métrico, entre las que se intercalan niveles de lutitas y arenas. Su espesor, muy variable por la geometría intrínseca de estas formas, puede alcanzar, e incluso superar los 10 m. Por su relación con la red fluvial actual, los más antiguos corresponden, al menos parcialmen- te, al Pleistoceno, en tanto que los más modernos se asignan al Holoceno. 2.3.4.4. Gravas, lutitas y arenas, ocasionalmente cementadas. Glacis (63). Pleistoceno- Holoceno Constituyen importantes formas de enlace, apareciendo encajadas en los glacis anteriormen- te descritos (unidad 57). Se desarrollan principalmente al pie de las sierras del Puerto y de la Cabeza del Asno, configurando superficies más o menos incididas e inclinadas hacia el S de la cuenca de Calasparra, en algunos casos desde las proximidades de los relieves hasta el río Segura. Los mejores afloramientos se localizan en la carretera C-3314 entre Calasparra y la Venta del Olivo, siendo un buen punto de observación el cruce de dicha carretera con la de la estación de Calasparra. Litológicamente, se trata de gravas de cantos carbonatados redondeados y subredondeados, con frecuencia reheredados, de diámetros del orden de 10-15 cm, con matriz areno-arcillosa y un cierto grado de cementación por carbonatos. Se observan niveles arcillosos discontinuos que confieren a la unidad tonalidades blancas y asalmonadas. Su espesor es irregular, con un valor medio de 2-3 m. Por su posición con respecto a los glacis y a los sistemas de terrazas más antiguos, se atribu- yen al Pleistoceno, probablemente Medio-Superior, y al Holoceno. 2.3.4.5. Limos, arenas y gravas. Llanuras de inundación (64). Holoceno Los depósitos de llanura de inundación aparecen en los valles de los principales ríos, en- contrándose muy bien desarrollados en el río Segura, donde constituyen una larga banda de varios centenares de metros de anchura, incidida por el cauce actual, de trazado muy sinuoso. En general, predominan los limos, entre los que se intercalan niveles de arenas y gravas de espesor decimétrico a métrico. Su potencia está comprendida entre 3 y 5 m, pudiendo pre- sentarse bajo aspecto masivo o con abundantes estratificaciones cruzadas y superficies de erosión interna.

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