MAGNA 3.0-E. 1:50.000. CALASPARRA (890)

39 frecuentemente cubiertos por un fino tapiz de sedimentos cuaternarios. Cronológicamente, abarcan la práctica totalidad del Neógeno, con escasas y breves interrupciones sedimentarias. Durante el Aquitaniense se produjo un importante cambio paleogeográfico regional, con desaparición de los dominios existentes a lo largo del Mesozoico y el Paleógeno. Dicho cam- bio se tradujo en una uniformización sedimentaria, caracterizada por la instalación de una plataforma somera y el depósito inicial de calizas de Algas (unidad 39). La estructuración principal de las Zonas Externas durante el Burdigaliense dio lugar a la crea- ción de cuencas de compleja distribución, que posteriormente sufrirían nuevas deformaciones y reconfiguraciones, registrando un depósito predominante de margas y calcarenitas (unida- des 40-44). Un importante cambio en el régimen geodinámico durante el Tortoniense dio lugar al inicio de la “sedimentación postectónica”, desarrollada bajo una paleogeografía de tipo archipiélago y caracterizada por depósitos eminentemente margosos (unidades 46-48). 2.3.2.1. Conglomerados cuarcíticos y arcillas rojas (38). Aquitaniense Sus afloramientos se localizan en dos zonas de la mitad septentrional de la Hoja: en los flancos del sinclinal de la sierra del Algaidón y entre el santuario de Nuestra Señora de la Esperanza y la estación de Calasparra, donde aparecen estructurados en un anticlinal. Se trata de una unidad de tonalidades rojizas formada por conglomerados monogénicos de cantos redondeados de cuarcita y cuarzo, de colores grises, en matriz arenosa, a veces ferruginizada; se observan esporádicos constituyentes carbonatados. Intercalan niveles arcillosos, generalmente rojos, que destacan en el paisaje. Se presentan en bancos de orden métrico (2-3 m), con base erosiva, a veces muy tendida. En el flanco meridional del sinclinal del Algaidón se disponen discordantemente sobre calizas cretácicas (unidad 29) y concordantemente bajo calcarenitas y calizas miocenas (unidad 39); poseen unos 30-40 m de espesor medio, adelgazándose hacia el E, pero pudiendo superar los 60 m en algunas zonas. En el flanco septentrional apenas afloran, destacando cuando lo hacen por sus tonos rojos, que contrastan bajo los niveles blancos de las calizas de Algas (unidad 39). Corresponden a episodios fluviales previos a la etapa transgresiva miocena, pudiendo haber sido afectados por procesos edáficos importantes. Constituyen los niveles basales de la secuencia marina de las calizas de Algas y calcarenitas aqui- tanienses (unidad 39), bajo las que se disponen siempre, por lo que probablemente deben corres- ponder al Aquitaniense, tal como señalan algunos trabajos anteriores (JEREZ, 1973); no obstante, otros trabajos los han incluido en la parte más alta del Oligoceno superior (JEREZ et al ., 1974a), por considerarlos en parte como cambio lateral de los depósitos continentales del Chattiense. 2.3.2.2. Calizas de Algas y calcarenitas (39). Aquitaniense-Burdigaliense inferior Aunque sus principales afloramientos se localizan en las sierras de la Silla, de las Herrerías y del Espartal, se trata de una unidad de amplia representación, que en algunos casos configura un destacado resalte morfológico.

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