MAGNA 3.0-E. 1:50.000. CALASPARRA (890)
35 Cabeza del Asno. Constituye la formación más reciente del Cretácico Superior en este sector del Prebético Externo. Está constituida por un conjunto de calizas microcristalinas de tonalidades claras, grises o beis, bien estratificadas en bancos decimétricos a métricos, de unos 250 m de espesor, asimi- lables a la Fm Sierra de Utiel. En lámina delgada se observan micritas, intramicritas, biomicritas e intraesparitas. Con frecuencia se reconocen niveles de aspecto brechoide, con clastos de naturaleza calcárea de color negro u oscuro (“ cailleux noires ”) y ricos en Charáceas , en facies características de ambientes restringidos, muy litorales y someros. Regionalmente, el contenido faunístico de estas calizas es muy abundante, lo que permite su datación, identificándose niveles marinos con Lacazina , así como frecuentes Orbitoides y Siderolites . Así, en el cerro de Rotas se reconoce un nivel de caliza arenosa con abun- dantes Siderolites calcitropoides y en la sierra de la Cabeza del Asno los niveles basales contienen además Orbitoides media (JEREZ et al ., 1974b), característicos del Campaniense superior-Maastrichtiense. También se reconocen Discorbis , Favreina murciensis (cuv.) y Bar- kerina . De acuerdo con todo lo anterior y siguiendo a MARTÍN CHIVELET (1994) la edad atribuida a la unidad es Senoniense, siendo Coniaciense-Campaniense su intervalo más probable. En los casos en que por causas tectónicas o por mala calidad de los afloramientos no ha sido posible su diferenciación con respecto a la caliza blanca masiva infrayacente (uni- dad 29), ambas han sido agrupadas en una sola unidad (31). En este caso, la unidad es correlacionable con la Fm Sierra de la Solana (VERA et al ., 1982) y asignada al Turonien- se-Senoniense. 2.3. TERCIARIO Y CUATERNARIO Los materiales cenozoicos de la Hoja afloran extensamente, presentando una serie prác- ticamente continua entre el Paleoceno y el Plioceno, con especial representación de los depósitos fini-neógenos. Su depósito refleja una gran variedad de ambientes sedimentarios, tanto marinos como continentales. De forma clásica, los materiales paleógenos de la Zona Prebética han sido asignados al Prebético Externo o Interno en función de sus facies y de su carácter continental o marino. Esta asignación no es posible en la Hoja de Calasparra, ya que sobre un sustrato mesozoico típico del Prebético Externo, junto con materiales paleógenos continentales afloran mate- riales marinos asignados clásicamente al Prebético Interno. Por ello, el conjunto paleógeno ha sido agrupado con el resto de los materiales terciarios, excepción hecha de los depósi- tos paleógenos del sector meridional, de clara afinidad subbética, ya descritos. Durante el Aquitaniense se produjo una uniformización de la sedimentación en la región, aconteciendo en el Burdigaliense un evento trascendental en las Zonas Externas, mediante una estructuración en mantos y cabalgamientos que produjo una drástica modificación paleogeográfica, con un dispositivo de cuencas distribuidas irregularmente. Esta configu-
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