MAGNA 3.0-E. 1:50.000. CALASPARRA (890)

20 mejor punto de observación se localiza en el embalse de Argos, donde la unidad puede so- brepasar 200 m de potencia, si bien generalmente no alcanza los 50 m. Su depósito se interpreta en un contexto de llanura de mareas. En cuanto a su edad, el ha- llazgo de Myophorias y Frondicularia sp. no ha permitido su datación. En cualquier caso, su posible atribución a la Facies Muschelkalk implicaría su pertenencia al Triásico Medio, en tanto que su interestratificación en la Facies Keuper supondría su asignación al Triásico Superior. 2.1.1.3. Rocas subvolcánicas (ofitas) (4). Triásico Superior-Jurásico Inferior Constituyen un conjunto de rocas ígneas de tipo granudo y tonos verdosos oscuros, esca- samente representado en la Hoja, consistente en pequeñas masas englobadas en las arcillas triásicas. Se presentan como cuerpos intrusivos de formas globulares y dimensiones de orden decamétrico a hectométrico, no habiéndose observado corte alguno de interés que permita su descripción detallada ni tampoco la de sus efectos sobre la roca encajante. Su composición se puede considerar basáltica en sentido amplio. En otros puntos de la Zona Subbética, este tipo de rocas han sido descritas al microscopio con texturas porfídicas con fenocristales de plagioclasa, clinopiroxeno y, en menor medida, olivi- no. La plagioclasa es el más abundante, presentándose zonada y con frecuentes alteraciones a sericita, clorita, prehnita y epidota; en ocasiones, la plagioclasa está englobada por grandes cristales de piroxeno, definiendo la textura ofítica. La augita es el clinopiroxeno dominante, con variedades titanadas y egirínicas, apareciendo ortopiroxeno ocasionalmente; sus produc- tos de alteración más frecuentes son anfíbol, biotita, clorita y calcita. Por lo que respecta al olivino, se presenta casi siempre alterado a iddingsita y clorita. Tradicionalmente, este tipo de rocas ha sido asignado al Triásico Superior; sin embargo, el he- cho de que estén emplazadas en el seno de la Facies Keuper permite afirmar que su intrusión tuvo lugar con posterioridad al depósito de aquélla, posiblemente durante el Jurásico, periodo en el que algunos sectores de la Zona Subbética registraron un intenso magmatismo. 2.1.2. Jurásico Aparece escasamente representado, estando asociado con el frente de las estructuras cabal- gantes de probable afinidad subbética. Sus afloramientos poseen una gran homogeneidad y una notable escasez de cortes de interés. Su sustrato corresponde tanto a arcillas triásicas de la Facies Keuper (unidad 1) como a materiales margosos cretácicos sobre los que cabalga; por lo que respecta a su techo, no se ha conservado en ningún caso, pues su serie aparece incompleta como consecuencia de los procesos erosivos. De forma totalmente convencional, tradicionalmente se ha considerado como la base del Jurásico al muro de la sucesión carbonatada dispuesta sobre las arcillas triásicas, aunque en realidad dicha base podría estar contenida en la sucesión carbonatada. La mayor parte de los afloramientos jurásicos corresponden a un monótono conjunto dolomítico atribuido al Lías inferior (unidad 5), habiéndose reconocido pequeños afloramientos de calizas, asignadas al

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