MAGNA 3.0-E. 1:50.000. Ontinyent (820)

52 4.2.4. Evolución dinámica Como punto de inicio de la etapa morfogenética actual puede tomarse el momento de la terminación de las últimas fases de la orogenia Bética, ocurrida en el intervalo Tortonien- se-Messiniense (ver capítulo 3), tras el relleno durante el Tortoniense de las depresiones in- termontañosas por los sedimentos margosos del Tap. Los conglomerados de edad Plioceno, corresponden a depósitos de sistemas sedimentarios continentales (sedimentos fluviales y de abanicos aluviales), alimentados por los macizos béticos que les circundan. En esta época se produce también la reorientación del campo de esfuerzos regional, que rota desde una dirección de compresión NNO-SSE a ONO-ESE hasta una dirección entre N-S a NNE-SSO durante el Cuaternario. Esta fase tiene características distensivas, y se prolonga con mayor o menor intensidad durante el Cuaternario, como prueba la fracturación que llega a afectar a depósitos de dicha edad. A partir de este momento comienza la jerarquización de la red fluvial mediante un proceso de erosión remontante desde el cercano mar Mediterráneo que se hace muy evidente en el río Clariano. La secuencia de terrazas fluviales y abanicos aluviales periféricos a las diversas sierras de la zona se desarrolla de forma paralela durante el Pleistoceno medio-superior y Holoceno, me- diante una serie de sucesivas etapas de encajamiento y agradación que se correlacionan con cambios climáticos y actividad neotectónica además de con los cambios del nivel del mar. Los últimos episodios morfogenéticos son los que dan a la región su aspecto actual. Además de pequeños retoques en laderas (coluviones y deslizamientos) y el intenso proceso erosivo kárstico, el principal factor morfogenético en los tiempos recientes es el antrópico, con su gran capacidad de alteración del relieve tanto con las labores agrícolas como con la creación de grandes infraestructuras lineales (carreteras, canales, etc.) 4.2.5. Procesos geológicos activos La morfogénesis actual en la Hoja de Ontinyent está controlada como primer factor por la tendencia semiárida del clima de la región. De manera secundaria, por los procesos neotectó- nicos que a su vez están íntimamente relacionados con la sismicidad. En la zona septentrional de la Hoja, y en particular en la cabecera del río Clariano y sus afluen- tes principales, un proceso generador de morfología de intensidad alta es la erosión vertical del lecho o incisión lineal en los barrancos y ramblas, dada la pequeña resistencia a la erosión del sustrato fundamentalmente margoso que constituye la facies Tap. Menor intensidad pre- sentan los procesos de arroyada en regueros , que removilizan los materiales más finos –limos, arcillas y arenas- de los abanicos aluviales periféricos a las sierras. Dentro de las laderas, son funcionales los coluviones, con una actividad escasa por lo general. Los deslizamientos traslacionales y rotacionales también pueden producirse, principalmente

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