MAGNA 3.0-E. 1:50.000. Sagunto / Sagunt (668)

56 Tras ello se debió producir un régimen de aridificación progresiva, con ciertas removiliza- ciones eólicas. En el último episodio, correspondiente al Holoceno, se producen unas tasas de ari- dez-humedad oscilantes, lo que repercute en un encajamiento de las cuencas altas y medias de los ríos, con la consiguiente generación de terrazas (T 1 = i ) y conos de pen- dientes medias o altas ( j ), que se embuten en el Pleistoceno superior. En las cuencas bajas su consecuencia es la evolución de “llanos aluviales” de perfil concordante con el nivel marino. Las ramblas y depósitos de vertiente, representan el fin del ciclo, que ya en épocas históricas se encuentra relacionado con la acción antrópica sobre los sistemas fluvial y gravitacional. En lo referente al Cuaternario marino, la geotectónica y la subsidencia se contrapesan con el resultado de una tendencia general al hundimiento de la franja litoral. En el sector es- tudiado se repite un modelo morfosedimentario, en el que en el que se suceden llanos de sedimentación y conos aluviales, sobre los cuales se forman albuferas cuyas restingas se apo- yan en la parte distal de estos depósitos. En la cronoestratigrafía del Cuaternario marino no se encuentran, en el ámbito de la hoja, tes- tigos del Calabriense y Siciliense (Pleistoceno inferior y medio). Durante el Tirreniense (Pleisto- ceno superior), el período interglaciar Riss-Wurm (-250.000-150.000 años) corresponde a un alto nivel marino, con la generación de depósitos de facies marinas y de restinga. El litoral actual, en líneas generales, se configura durante el Holoceno. El máximo flan- driense se confirma hacia el 6000 BP momento en que se invade un espacio continental previamente emergido. En el holoceno superior se forman las restingas que cierran las marismas actuales. Por otra parte (Segura Beltrán et.al , , op.cit. ), a pesar de las teorías que se han mantenido durante mucho tiempo, los estudios de los marjales y albuferas de la Región de Valencia de- muestran la existencia de restos fósiles situados en la superficie o cerca de ella. El análisis más pormenorizado de las albuferas centrales y septentrionales del Golfo de Valencia y el hallazgo de diferentes afloramientos pleistocenos en distintas albuferas, no permite aceptar las teorías que propugnan un hundimiento generalizado del óvalo valenciano durante el Cuaternario. A partir de nuevos datos se deduce que el hundimiento ha sido desigual en distintos puntos, aunque posiblemente, los sectores con mayor subsidencia coinciden con las albuferas funcio- nales en la actualidad. Ello puede obedecer a la existencia de pequeños bloques tectónicos que siguen ritmos de hundimiento más o menos rápido. La correlación de los diferentes niveles en las albuferas y marjales parece demostrar que la secuencia deposicional de techo a base es aproximadamente la siguiente: Marino (a veces con dos pulsaciones). Continental (aunque puede aparecer alguna pulsación positiva). Albufera. Marino (con una o dos pulsaciones positivas). Dunas fósiles. Albufera. Marino. Continental. Marino. Albufera.

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