MAGNA 3.0-E. 1:50.000. Sagunto / Sagunt (668)

55 Crestas y Barras . Son resaltes morfológicos no controlados por la estructura, normalmente a favor de areniscas triásicas: Muntanya de Musol, alrededores de Xilxes, etc. Cerros Cónicos. Elevaciones de carácter puntual que destacan dentro del conjunto del relieve adyacente. Son muy frecuentes dentro de la hoja sobre todo en los cuadrantes occidentales. 4.2.2.7. Antrópicas Se ha cartografiado como superficie fuertemente remodelada por el hombre el sector del Port Sportiu de Canet Siles, donde el enmascaramiento por edificaciones y redes viarias no permite diferenciar el sustrato. Por otra parte, se indican las actividades extractivas a cielo abierto (canteras), que explotan areniscas triásicas y dolomías y calizas triásicas y jurásicas, así como la gran escombrera de estériles, localizada en las inmediaciones de la Masía del Gabacho. 4.3. EVOLUCIÓN E HISTORIA GEOMORFOLÓGICA Las formas erosivo-deposicionales de génesis continental desarrolladas durante el Cuaternario en el ámbito de la hoja y su entorno próximo se refieren a formas de encajamiento de la red fluvial y depósitos preferentemente de la misma naturaleza (terrazas y abanicos). A partir de las dataciones efectuadas a nivel regional y por cronología relativa, es posible correlacionar los diferentes niveles morfogenéticos. Así, la seriación que se puede deducir de los estudios existentes sería la siguiente: En el tránsito plio-pleistoceno se formaron glacis en la cuenca alta del río Palancia. Durante el Pleistoceno inferior se desarrollan las terrazas más altas (T 4 = d , en la cartografía), que enlazan con superficies de erosión. En el Pleistoceno medio se constituyen terrazas (T 3 = f ) y abanicos aluviales ( e ) de cantos heterométricos y matriz arenosa con limo. El sedimento detrítico suele estar encostra- do. El ambiente climático parece mostrar una sucesión de fases frías y, con procesos mecánicos de meteorización, que dan lugar a depósitos groseros, poco evolucionados, que alternan con episodios templados con humedad fluctuante que propician la eda- fogénesis. El siguiente episodio, correspondiente al Pleistoceno superior, se encaja en el nivel topográ- fico anterior, constituyendo terrazas (T 2 = g ) y extensos abanicos y mantos de arroyada ( h ). El material aparece poco o nada encostrado y puede subdividirse en varias plataformas. Desde el punto de vista climático viene marcado por un comienzo caracterizado por el desarrollo de una serie de paleosuelos maduros.

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