MAGNA 3.0-E. 1:50.000. GRADO (028)

92 sierras prelitorales asturianas y la Cordillera Cantábrica, delimitándose entre estos relieves la superficie de erosión St. En el inicio del Cuaternario se produjo un cambio importante en las condiciones climáticas, caracterizado por la aparición de las etapas glaciares pleistocenas (Penck y Brükner, 1909). En la última etapa glaciar, conocida en Europa como “Würm”, las condiciones periglaciares que afectaban al territorio de esta Hoja originaron abundantes formaciones de ladera, como co- luviones, derrubios o flujos. Finalmente, en el Holoceno las temperaturas fueron aumentando hasta alcanzar las actuales condiciones climáticas. 4.4. PROCESOS ACTIVOS El modelado del actual relieve de la Hoja de Grado es consecuencia de la actuación, a lo largo del tiempo, de procesos geológicos endógenos y exógenos. Los procesos más recientes se encuentran representados cartográficamente en el Mapa de Procesos Activos de Asturias a escala 1:25 000 (Rodríguez García, 2009a, 2009b; Rodríguez García y Quintana, 2009a, 2009b) mediante las formas, tanto erosivas como de depósito, que han generado. En dichos mapas también se proporciona una valoración cualitativa del grado de actividad de dichos procesos en la actualidad, basada en el grado de conservación de las formas que han ge- nerado, la comparación de estas formas en fotografías aéreas de distintas fechas y estudios geomorfológicos regionales. Esta valoración ha permitido proponer en la leyenda de los ma- pas tres niveles de atención (bajo, moderado y notable) que proyectos o estudios de cualquier clase deben prestar a estos procesos. La información aportada en estos mapas de procesos activos es una estimación orientativa de la actividad de los procesos geológicos representados que no exime de la necesidad de realizar análisis geodinámicos más detallados en proyectos o estudios de cualquier clase. Entre los procesos geológicos endógenos con actividad reciente, cabe citar la actividad neotectónica. En este sentido, la probable reactivación alpina del Cabalgamiento de La Espina (Alonso y Pulgar, 2004) y la localización de dos epicentros sísmicos en el ángulo noroccidental de la Hoja sugieren que esta estructura ha presentado actividad tectónica reciente y, a su vez, que la evolución de las laderas y el origen de algunos de los movimientos en masa del valle del Río Aranguín han podido estar controlados por actividad sísmica. También la probable reactivación alpina de la Falla de Llanera (Alonso et al ., 1996) hace suponer que la vertiente meridional del pico Uxo ha podido presentar actividad como escarpe de falla inversa reciente. Entre los procesos geológicos exógenos que en la actualidad modelan el relieve, destacan por su importancia la dinámica de laderas, los procesos fluviales y el karst. La dinámica de laderas ha generado coluviones, derrubios, canchales y movimientos en masa. Las escasas evidencias de procesos gravitacionales y de escorrentía superficial actuales aso- ciados a los coluviones, derrubios y canchales de esta Hoja, permiten proponer un nivel de atención bajo a los procesos de caída, deslizamiento, flujo y arroyada que han generado estos depósitos. Los movimientos en masa también se han interpretado como depósitos funda- mentalmente heredados; sin embargo, la alta probabilidad de reactivación por variaciones, ya

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