MAGNA 3.0-E. 1:50.000. GRADO (028)
87 cartografiados podrían proceder de canchales con acumulación de materiales finos por procesos de iluviación. Los movimientos en masa se localizan fundamentalmente sobre las rocas del zócalo pa- leozoico, al pie de los principales relieves de la Hoja, y sobre la cobertera meso-terciaria. Los depósitos están constituidos por clastos heterométricos y angulosos con matriz areno-arci- llosa. La litología de los materiales es fundamentalmente silícea. Los movimientos en masa cartografiados se han clasificado, teniendo en cuenta el tipo de proceso gravitacional que los ha originado y el tipo de material afectado, en movimientos en masa complejos y flujos; debido a que se trata de una formación de ladera de transporte potencial alto, en ocasiones no reposan sobre las formaciones del sustrato de las que proceden. Los movimientos en masa complejos han sido originados por procesos de deslizamiento y flujo que afectaron a rocas del sustrato y a formaciones superficiales, como canchales, derrubios o coluviones, con un alto contenido de humedad. Los flujos más importantes presentan planta en forma de abanico y cabeceras asociadas a pequeñas cuencas torrenciales; estas características, similares a las de los abanicos torren- ciales, parecen indicar que estas formas han sido originadas por procesos de tipo flujo con participación de fenómenos fluvio-torrenciales que afectaron a depósitos con matriz detrítica poco consolidada, como son los coluviones y derrubios. La interacción de estos procesos puede originar flujos de sedimentos ( debris flows ) con un alto contenido en agua (hasta un 30% de agua en volumen). Este origen mixto provoca dificultades en su clasificación como formaciones gravitacionales o fluviales; en este sentido, la relación Área de Cuenca / Área de Depósito ≤ 1 determina su clasificación como formaciones gravitacionales de tipo flujo. Las cicatrices de los movimientos en masa están, en la mayoría de los casos, muy degradadas o fosilizadas por otros depósitos de ladera. Con una extensión cartográfica más reducida, también se pueden observar flujos que forman masas poco definidas con lóbulos de deformación localizadas en laderas, o pequeñas lenguas alargadas en fondos de valle. Estos depósitos son movimientos controlados fundamentalmente por procesos de tipo flujo con participación de fenómenos de arroyada; es frecuente que el ma- terial afectado por estos procesos presente un alto contenido de humedad. La dimensión de los flujos de fondo de valle es reducida, por lo que en la mayoría de los casos no son cartografiables. Por lo que a la cronología de las formas de ladera se refiere, la gran extensión y las escasas evidencias de procesos gravitacionales actuales en estas formaciones inducen a relacionar su origen con los periodos fríos del Pleistoceno. 4.2.2.3. Formas fluviales y de escorrentía superficial Las cárcavas son incisiones fuertemente encajadas sobre materiales fácilmente erosionables; se localizan en las partes altas de las laderas. Estas formas se relacionan con procesos de arro- yada concentrada de cierta permanencia y régimen irregular.
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