MAGNA 3.0-E. 1:50.000. GRADO (028)

80 3.4. LA DEFORMACIÓN ALPINA La Cordillera Cantábrica constituye la terminación occidental del Cinturón Orogénico Alpino que se extiende desde el Himalaya, a lo largo de Irán y el norte del Mediterráneo, y a través de la Cordillera Pirenaica hasta Galicia. En la parte central de la Cordillera Cantábrica, en cuya vertien- te septentrional se localiza la presente Hoja, la deformación alpina corresponde a un modelo de tectónica de piel gruesa ( thick skinned tectonics ) que involucra al basamento paleozoico sin desarrollo de despegues dentro de la cobertera (Alonso y Pulgar, 2004). El levantamiento del basamento, responsable de la elevación de la cordillera en este sector, y los principales rasgos estructurales mayores han sido explicados mediante un gran pliegue de flexión de falla asociado a un cabalgamiento alpino del basamento con una rampa inclinada unos 16º hacia el N (Pulgar y Alonso, 1993; Alonso et al ., 1996; Pulgar et al ., 1999; Alonso y Pulgar, 2004; Figs. 30 y 31). Ade- más de este levantamiento del basamento, tuvo lugar la reactivación de estructuras previas, como cabalgamientos variscos o fallas extensionales pérmicas y mesozoicas con orientaciones favorables (Alonso y Pulgar, 1993; Pulgar et al ., 1999; Alonso y Pulgar, 2004; Fig. 30). La inversión de la Falla de Llanera y fallas extensionales ligadas a ella, y la elevación de su bloque superior (labio norte) dio lugar al desarrollo de la cuenca terciaria de Oviedo (Figs. 31 y 32). En la terminación occidental de dicha falla, la reactivación de algunos cabalgamientos variscos sirvió para acomodar parte del acortamiento tectónico asociado a esta estructura. La Falla del Naranco corresponde, según Alonso y Pulgar (2004), a un cabalgamiento varisco rejugado, por lo que estos autores la denominan Cabalgamiento del Naranco (Fig. 32). Las relaciones de estas estructuras con los depósitos terciarios permiten establecer su cronología relativa. Tal y como se ha indicado, la Falla de Llanera fue una estructura tectónica activa que limitó por el norte la cuenca sedimentaria terciaria de Oviedo. El desarrollo en su bloque inferior de una orla de pequeños abanicos aluviales en dicha cuenca constata la creación de relieve y el levanta- miento sinsedimentario de su bloque septentrional. La reactivación de los cabalgamientos variscos Figura 31. Corte geológico a través del sector central de la Cordillera Cantábrica (Alonso et al., 1996, Alonso y Pulgar, 2004). Ver situación en la Fig. 30.

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