MAGNA 3.0-E. 1:50.000. GRADO (028)

79 Figura 30. Mapa geológico de la parte central de la Cordillera Cantábrica, donde se muestran los principales cabalgamientos variscos, las fallas mesozoicas extensionales, los cabalgamientos alpinos y la localización de los cortes geológicos X-Y (en la Fig. 31), d y e (en la Fig. 32), según Alonso y Pulgar, 2004. dan una relación genética. Esta última representa una estructura distensiva mayor que fue activa al menos durante las fases iniciales de la apertura del golfo de Vizcaya durante el Pérmico, Triásico y Jurásico. Este hecho es atestiguado por la preservación de la sucesión permo-triásica y jurásica en el labio norte, mientras que al sur de ella los depósitos del Cretácico Inferior se apoyan directa- mente sobre el sustrato paleozoico (Almela y Ríos, 1962). La presencia de depósitos del Pérmico y del Triásico en el área de Villabona en relación con estas estructuras indica que, probablemente, fueron activas desde el Pérmico inferior y a lo largo de los episodios extensionales del Triásico, Jurásico y Cretácico Inferior registrados en otras áreas vecinas y en la Cuenca Vasco-Cantábrica (Espina et al ., 2004; Pujalte et al ., 2004). Muy probablemente su actividad cesó con anterioridad al Cretácico Superior, ya que las sucesiones de esta edad presentes en la Hoja y áreas adyacentes no muestran cambios de facies ni de espesores significativos en torno a estas estructuras.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTI4MzQz