MAGNA 3.0-E. 1:50.000. GRADO (028)
71 el emplazamiento de la Cuenca Carbonífera Central y el Manto del Ponga (Heredia et al ., 1990; Rodríguez Fernández, 1991 y 1993; Colmenero et al ., 2002). Probablemente en relación con este nuevo sistema de cabalgamientos se formó la culminación del Antiforme del Narcea (Pérez Estaún et al ., 1991). Posteriormente, desde el Moscoviense final y a lo largo del Kasimoviense y Gzhelien- se, se emplazó la Unidad de Picos de Europa (Merino-Tomé et al ., 2009). El sector de la Zona Cantábrica incluido en esta Hoja corresponde a la parte septentrional de la Región de Pliegues y Mantos (Julivert, 1967, 1971), estando representadas en él varias escamas tectónicas de la Unidad de Somiedo-Correcilla, la Unidad de La Sobia y la parte occidental de la Unidad del Aramo. En este sector, las estructuras tienen un trazado NE-SO y los mantos de cabalgamiento bien diferenciados en áreas situadas al sur de la Hoja, dan paso aquí a una es- tructura caracterizada por pliegues de propagación de falla (Alonso et al ., 1991; Alonso y Mar- cos, 1992, Bulnes y Marcos, 2001; Bulnes y Aller, 2002). Esto ya fue advertido anteriormente por otros autores, quienes consideraron este hecho como algo atípico dentro de la Región de Pliegues y Mantos (Soler, 1967; Julivert, 1971, 1976; Pello, 1972; Rodríguez Fernández, 1977, 1978; Julivert y Arboleya, 1984; Bastida y Castro, 1988). 3.2.2.1. Cabalgamientos y pliegues longitudinales En la Zona Cantábrica se han distinguido dos sistemas de pliegues que, de acuerdo con su rela- ción con el trazado del Arco Astúrico, han sido denominados “sistema longitudinal” y “sistema radial” (Julivert y Marcos, 1973). La mayor parte de estos pliegues longitudinales han sido inter- pretados como estructuras relacionadas con cabalgamientos, incluyéndose entre ellos pliegues de propagación de falla, pliegues de flexión de falla y pliegues de despegue sobre rellanos de cabalgamientos (Aller, 1986; Alonso et al ., 1989; Bastida y Castro, 1988; Pérez Estaún et al ., 1988; Bastida y Gutiérrez, 1989; Alonso y Marcos, 1992; Álvarez-Marrón, 1995; Bulnes y Marcos, 2001; Bulnes y Aller, 2002). Los pliegues del sistema radial han sido interpretados en muchos casos como estructuras transversales a los cabalgamientos, relacionadas principalmente con rampas laterales (Aller et al ., 2004 y referencias allí incluidas). Sin embargo, otros autores relacionan su génesis con el plegamiento oroclinal que dio lugar al cierre del Arco Astúrico en los últimos estadios de la Orogenia Varisca (Parés et al ., 1994; Van Der Voo et al ., 1997; Weil et al ., 2000, 2001, 2013; Gutiérrez-Alonso et al ., 2004c; Weil, 2006). Los cabalgamientos y pliegues más importantes presentes en la Hoja de Grado (Fig. 24) son estruc- turas longitudinales, en general vergentes hacia el interior del Arco, aunque su geometría original ha sido modificada en el curso de la deformación. La posición actualmente retrovergente de los pliegues situados entre los ríos Nalón y Narcea, y la posición subvertical de los cabalgamientos en ese sector, puede relacionarse con la rotación pasiva de dichas estructuras como consecuencia del acortamiento tectónico acomodado dentro de la cuña orogénica durante su transporte hacia el este. Al igual que en otras áreas de la Zona Cantábrica, los cabalgamientos y pliegues están estrechamente relacionados y pueden considerarse coetáneos (Alonso, 1985; Alonso et al ., 1991; Alonso y Marcos, 1992, Bulnes y Marcos, 2001; Bulnes y Aller, 2002). Los pliegues son cerrados a apretados, con un ángulo entre flancos habitualmente menor de 50°, llegando en algunos casos a ser prácticamente isoclinales. Los pliegues de tamaños menores que
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