MAGNA 3.0-E. 1:50.000. GRADO (028)
41 Torres Alonso (1967) citan la existencia de carboneros y algunas capas de carbón de espesor reducido y con escaso interés económico. Aunque la ausencia de datos bioestratigráficos impide descartar que en la parte inferior de esta sucesión existan términos correlacionables con la Fm Olleros (definida por Wagner et al ., 1971), muy probablemente gran parte de estos materiales corresponden a la Fm San Emiliano. En Santo Firme (Unidad de Somiedo, Escama de Tameza), al este de la presente Hoja, existe una potente sucesión, de al menos 1500-1700 m de espesor, que se dispone sobre la Fm Barcaliente (Trell et al ., 1988; Fig. 15). La parte inferior, de unos 500 m de espesor, está constituida por pizarras grises oscuras con frecuentes intercalaciones de arenisca, algún nivel calcáreo discontinuo y oca- sionales carboneros. Este tramo, de edad Namuriense terminal (Trell et al ., 1988) es correlaciona- ble con el Mb. Pinos. El tramo superior alcanza unos 1200 m de espesor y en él los sedimentos se organizan en ciclotemas de espesor decamétrico, los cuales están mejor desarrollados en la parte inferior del tramo y comienzan con niveles carbonatados en la base, lutitas con fauna marina en la parte intermedia y areniscas en la superior, culminadas frecuentemente por una capa de carbón. Este tramo superior ha sido dividido en paquetes mineros, que de muro a techo se denominan: Esperanza, Voluntad, Gavitos, Reguerón, Vena del Medio, Águilas, Tejeras y Martas; albergan en total hasta 25 capas de carbón que han sido objeto de explotación minera. De acuerdo con el contenido paleontológico, el Paquete Esperanza tendría una edad Namuriense final, y el límite Namuriense-Westfaliense se situaría en el Paquete Voluntad (Trell et al ., 1988). Este hecho unido a la composición litológica del tramo superior permite correlacionarlo con el Mb. La Majúa, y pro- bablemente su parte superior corresponda al Mb. Candemuela. En el Sinclinal del Naranco (Unidad de La Sobia), la Fm San Emiliano está representada por una po- tente sucesión siliciclástica de al menos 1200 m de espesor que se dispone sobre la Fm Valdeteja (Navarro et al ., 1985; Martínez Cienfuegos et al ., 1986). El contacto probablemente corresponde a una superficie de discontinuidad con exposición subaérea y karstificación. La sucesión fue tradi- cionalmente dividida en dos partes: la inferior, denominada Paquete Folgueras (improductivo), y la superior o Paquete Los Carriles (productivo). Las litologías más comunes son lutitas grises oscuras, limolitas y areniscas, existiendo además intercalaciones carbonatadas y capas de carbón. Estas litologías se ordenan formando ciclos de diferentes órdenes con carácter grano- y estratodecre- ciente, y grano- y estratocreciente (Navarro et al ., 1985; Fig. 16). Los niveles calcáreos son discon- tinuos y están formados principalmente por calizas wackestone y mudstone bioclásticas. La parte alta de la sucesión (Paquete Los Carriles) está caracterizada por la presencia de capas de carbón que fueron ocasionalmente explotadas a finales del siglo XIX y comienzos del XX. Su espesor es con frecuencia inferior a 1 m, si bien, en el flanco oriental del Sinclinal del Naranco se explotó una capa de hasta 4 m de espesor. El contenido en foraminíferos de los niveles carbonatados indica una edad Bashkiriense Superior (horizontes Cherenshansky y Melekessky) mientras que las edades obtenidas a partir de palinomorfos procedentes de algunas capas de carbón son ligeramente más antiguas (Westfaliense A basal; Navarro et al ., 1985; Martínez Cienfuegos et al ., 1986; Fig. 15). Estos datos y la composición litológica permiten asignar esta sucesión al Mb. La Majúa. Los sedimentos de la Fm San Emiliano fueron depositados en ambientes litorales, de plataforma marina y submarinos profundos, alimentados por los aportes transportados por los sistemas fluviales que drenaban los relieves emergidos del orógeno Varisco correspondientes a la Zona
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