MAGNA 3.0-E. 1:50.000. GRADO (028)

38 con intercalaciones lutíticas de ese mismo color. Su edad es bien conocida gracias a las faunas de conodontos y de goniatítidos existentes en su parte superior. Teniendo en cuenta diversos datos previos (Barrois, 1882; Delépine, 1943; Kullman, 1962; Wagner Gentis, 1963; van Adri- chem Boogaert, 1967), Truyols (1983) considera que abarca el Tournaisiense superior, el Viseen- se y parte del Namuriense A (Arnsbergiense). Esta formación ha sido interpretada como una unidad condensada acumulada en ambientes profundos (probablemente con profundidades que excedieron los 100 m) y bien oxigenados, dentro de una extensa plataforma pelágica con taludes de pendientes muy suaves (Sánchez de la Torre et al ., 1983; Colmenero et al ., 2002). 2.2.14. Formación Barcaliente. Calizas oscuras tableadas y laminadas (18). Carbonífero. Misisípico Superior (Serpukhoviense) - Pensilvánico Inferior (Bashkiriense) Se ha aplicado tradicionalmente la denominación “Caliza de Montaña” a la sucesión calcárea situa- da sobre la Fm Alba. Esta sucesión fue dividida en dos unidades litoestratigráficas definidas formal- mente por Wagner et al . (1971), en la vertiente leonesa de la Zona Cantábrica, con los nombres de Fm Barcaliente y Fm Valdeteja. Inicialmente se admitía que este tipo de sucesión con dos formacio- nes estaba restringido al extremo oriental de la Unidad de Bodón, a los Picos de Europa y al extremo nororiental del Manto del Ponga (Julivert, 1983), suponiéndose que en el resto de la Zona Cantá- brica la Caliza de Montaña presentaba facies comparables a las de la Fm Barcaliente. Sin embargo, también en otras áreas de la Zona Cantábrica, y, en particular, en el área de la presente Hoja, se ha constatado la presencia de facies características de las dos formaciones citadas (Martínez-Álvarez et al ., 1975; Martínez Cienfuegos y Rodríguez Fernández, 1986; Bastida y Castro, 1988). La Fm Barcaliente alcanza en esta Hoja espesores comprendidos entre 300 y 400 m en la Unidad de La Sobia y en la Escama de Tameza, pero su espesor se reduce de forma notable en la Escama de Belmonte, donde se estima en unos 70-100 m. Está constituida esencialmente por calizas microesparíticas y calizas mudstone oscuras finamente laminadas, con abundante materia orgánica y un olor fétido. Se disponen en estratos tabulares de espesor centimétrico a decimétrico. Su contenido en fósiles es muy pobre, reduciéndose a ostrácodos, calcisferas, radiolarios, y macrofauna muy escasa y dispersa, que aparece principalmente en los tramos superiores e incluye crinoideos, bivalvos de conchas delgadas y braquiópodos sin valor cro- noestratigráfico (Winkler Prins, 1968). El techo de la formación en la Escama de Belmonte coincide con la base de los depósitos siliciclásticos namurienses suprayacentes. La edad de esta formación (sensu Eichmüller, 1985, 1986) es Namuriense A (Arnsbergiense-Alportiense ?) (Kullman, 1962; Wagner Gentis, 1963; Wagner et al ., 1971; Julivert et al ., 1973). El ambiente de depósito de la Fm Barcaliente ha sido interpretado por Eichmüller y Seibert (1984), a partir de datos previos (González-Lastra, 1978; Hemleben y Reuther, 1980; Sánchez de la Torre et al ., 1983), como una plataforma carbonatada con un extenso lagoon somero, restringido e hipersalino, con precipitación de evaporitas, y bordeado por un talud o rampa de escasa pendien- te. Hacia el oeste, estos ambientes pasarían a zonas de talud y cuenca submarina profunda con sedimentación turbidítica, siliciclástica y carbonatada. No obstante, las características sedimentoló- gicas de las calizas que forman esta unidad apuntan a un depósito en fondos marinos de muy baja

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